La ciudad y sus personajes
Estimado lector, te comparto una obra de mi autoría titulada “El Escritor”, realizada en la técnica al pastel y que acompaña a esta columna en homenaje de dos efemérides transcendentales en la conformación de la identidad mexicana.
Desde el 21 de enero del 2011, La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró al Mariachi como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El Mariachi es la música tradicional y un elemento fundamental de nuestra cultura hoy en día como país. Este grupo de músicos ataviados con la indumentaria regional del charro, cuentan con un repertorio de música y composiciones que abarcan diferentes regiones de México, entre los que se encuentran jarabes, minués, polkas, valonas, chotis, valses, serenatas, corridos y canciones tradicionales.
Es un hecho que la forma que guarda el Mariachi en nuestros días es una mezcla de tradiciones regionales y de estereotipos formados por los medios de comunicación, en particular del cine de mediados del siglo pasado, en su fase denominada “Cine de la Época de Oro” quien, con figuras como Jorge Negrete, Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, entre otros muchos más, conformo en el imaginario colectivo, la figura gallarda y romántica del charro cantor.
Ya el tiempo definirá si esa figura mítica logra traspasar el nuevo siglo, con el advenimiento de nuevas figuras en el género regional o si como tantas otras cosas más, terminan por convertirse en ecos del pasado con sonido a reguetón.
Por otro lado, alguien que por su genialidad no terminara por desvanecerse en el tiempo, es el gran poeta, escritor, ensayista, narrador, traductor y académico José Emilio Pacheco. Este gran creador de mundos, cuenta con 25 títulos, entre los que se encuentran No me preguntes cómo pasa el tiempo, Ciudad de la memoria, El principio del placer y Tarde o temprano y por supuesto su ya célebre, por derecho propio, Las batallas en el desierto.
El maestro Pacheco, nos dejó un 26 de enero del 2014 y por sus múltiples premios y reconocimientos, como el Premio Miguel de Cervantes, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, los dos obtenidos en el 2009; el Nacional de Periodismo (1980), Xavier Villaurrrutia (1973), entre otro muchos más, este autor está considerado como uno de los constructores de la vida cultural del siglo XX en México.
Múltiples autores han reflexionado porqué los mexicanos somos como somos y contamos con disertaciones como la de Octavio Paz, en su “Laberinto de la Soledad” o las de Samuel Ramos, en su obra “El Perfil del Hombre y la Cultura en México”; sin embargo, es un hecho que estas formas de ser y de auto mirarse en el espejo no son eternas, sino tan cambiantes como la cultura, la lengua, o la forma de preparar una receta de cocina. Ya el tiempo definirá como es ser un charro mexicano en el siglo XXI.
El Charro Mexicano Con mi sombrero bordado Y mi traje alamarado Mi botonadura de oro Mis espuelas de Amozoc Mi carrillera plateada Mi pistola niquelada Y sin reproche o desdoro Soy la noble tradición Soy el charro mexicano Noble, valiente y leal De su pueblo siempre hermano Soy el charro que se llena toda el alma con amor El de la Virgen morena, de su patria y de su Dios Ernesto Cortazar / Manuel Esperon
Rodrigo Aridjis
Nace en Contepec, Michoacán, en el seno de una familia ligada a las artes. Desde muy pequeño su madre, maestra y paisajista reconocida en su medio, lo inicia en el gusto por la pintura. Su obra se enmarca en la tendencia del arte figurativo. Sin embargo, no puede delimitarse en escuela o corriente alguna, ya que sus pinturas se orientan por la realidad, pero no la plasman.
Colaborador desde el 13 de diciembre de 2021.
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