Utopía
Existe una creciente coincidencia entre analistas políticos con o sin alineaciones o preferencias electorales, respecto a que la ahora coalición Fuerza y Corazón por México tiene como objetivo central para junio de 2024 impedir que Sigamos Haciendo Historia conquiste la mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso para emprender reformas constitucionales de muy largo aliento, como la del Poder Judicial para que jueces, magistrados y ministros sean producto del voto ciudadano.
Por supuesto que otra cosa, muy distinta, es lo que tales comentaristas e intelectuales orgánicos suscriban públicamente por lealtad a sus filias y fobias, condicionadas por intereses políticos, ideológicos y también materiales.
Suena entonces a vulgar autoengaño que Julem Rementería, el todavía coordinador de la bancada de Acción Nacional en el Senado y suspirante a la gubernatura de Veracruz, entre a la defensa de Marko Cortés frente a los señalamientos de que lo “chamaquearon” los priistas, específicamente Alejandro Moreno Cárdenas, en el reparto de las candidaturas para diputados y senadores.
“Torpeza política brutal” llamó el senador panista Damián Zepeda –aliado y operador de Ricardo Anaya, el fracasado candidato presidencial en 2018 y que todo indica será senador plurinominal– a lo que hizo el imberbe Marko frente al colmilludo Alito, debido a que estimó junto a otros legisladores y dirigentes que el partido tricolor “aplastó” al blanquiazul “en estados en donde claramente es la primera minoría y tenía posibilidades de ganar”, como son los casos de Yucatán y Puebla, entre otros.
De tal suerte que con la criticada negociación entre los presidentes de Acción Nacional y el Revolucionario Institucional, éste podrá actuar en la próxima legislatura como el partido bisagra en la Cámara de Senadores, si nos atenemos a la prospectiva trazada por Zepeda Vidales.
Pero Rementería del Puerto, también admirador e incluso promotor del ultraderechista partido español Vox, aparece en defensa del incompetente Cortés Mendoza, con el argumento de que “las negociaciones son así” y el “objetivo superior”, es “ganar la elección presidencial”. ¡No, pos sí!
Ni siquiera los comentaristas de Tercer Grado (Las Estrellas) observan tal posibilidad como viable debido a que las dirigencias de los tres partidos “abandonaron” a Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y ésta no se decide a apoyarse en la “entusiasta y vigorosa” sociedad civil que, según ellos –excepto la talentosa Viridiana Ríos– la promovió hasta el punto de generar esperanzas de cambio (se entiende que en reversa). Es decir, se creen la historieta (narrativa) que ellos mismo construyeron. Y a la luz de los muy pobres resultados y sobre todo limitadas expectativas, optan por recular seis meses y una semana antes de la gran cita con las urnas.
Resultados que aparte del “abandono” de las dirigencias de los partidos Revolucionario, Acción y De la Revolución tiene básicamente que ver con la ausencia de un proyecto alternativo de nación, neoliberal, antiestatista a raja tabla discursiva como el que Javier Milei no podrá aplicar en Argentina porque no cuenta con mayoría legislativa si no negocia con la derrotada coalición oficialista de Sergio Massa. Y el nombre del programa es lo que menos importa. Interesa superar el negacionismo como política y más todavía la sustancia. Y por ello tiene que asumirse a plenitud por la coalición Fuerza y Corazón –Va por México, Frente Amplio– sin miedos ni simulaciones para ocultar su verdadera naturaleza ideológica y política.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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