Utopía
Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz mostró abiertamente su faceta de intrigante ante el imperio de las barras y las estrellas, en el Instituto México del Wilson Center, en Washington, donde criticó que el gobierno de la Cuarta Transformación, encabezado por el presidente Andrés Manuel, no es un aliado de Estados Unidos, a la vez que adjetivó como “ofensivo y humillante” que el ejército de la Federación de Rusia y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, participaron en las celebraciones por el día de la Independencia. Y también sentenció que se “coquetea” con Rusia y China, lo que “amenaza la construcción de nuevas alianzas”.
La insidiosa candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, remarcó que por parte de López Obrador “no hay voluntad de colaborar con Estados Unidos”, para concluir sin mediar argumento alguno que “hoy somos socios, pero no aliados”, e informó con una sobrecarga ideológica característica del presidente argentino Javier Milei, que “en un acto ofensivo y humillante para millones de mexicanos, en septiembre de 2023, en plena invasión a Ucrania, soldados del ejército ruso marcharon en el desfile del día de la Independencia en la plaza principal de la Ciudad de México”. Mismo hecho que sucedió también bajo el gobierno de Felipe Calderón, su camarada de partido pero no de grupo. Y dramatizó: “En una deferencia humillante para quienes amamos la libertad, en 2021, el presidente López Obrador invitó al dictador cubano, José (Miguel) Díaz-Canel, como orador principal en nuestro día de la Independencia”.
Esto fue suficiente para caricaturizar la disyuntiva por la que, según ella y sus tres dirigentes coaligados que le imponen discursos, equipo y candidaturas, “los dos escenarios que se contraponen, en el que uno lleva a recuperar el rumbo democrático” y en el otro “la erosión democrática avanza”, para exigir, suplicar: “No dejen a la democracia mexicana fuera de la agenda bilateral”.
Lo anterior significa en leguaje llano y directo, intervengan en México. Brindando así, en charola de plata, pretextos sin argumentos para los políticos cavernarios que amenazan con realizar operaciones militares dizque para destruir los laboratorios en los que se preparan la dosis de fentanilo que privan de la vida a más de 100 000 estadunidenses al año, con precursores que entran directamente a Estados Unidos o por medio de Canadá.
No se entiende la actitud entreguista de la “senadora con licencia” a la luz del muy incierto futuro que tiene su candidatura al día de hoy y menos todavía si registramos que de acuerdo con diversos observadores, la estrategia de la coalición opositora no tiene como objetivo central conquistar la Presidencia de la República por la sencilla razón de que no está al alcance de sus debilidades, sino impedir que Claudia Sheinbaum y Juntos Hacemos Historia obtengan la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.
Visto desde esta perspectiva, la maniobrera Gálvez, sus asesores y dirigentes, además de los que la patrocinan desde el gran capital, están desesperados porque la candidata presidencial no prende entre la ciudadanía en la medida que la conocen más y mejor, como ella prometió y ellos apostaban.
Por supuesto que es de lamentarse la conducta entreguista de Bertha Xóchitl, pero poco o nada tiene que ver con la “ignorancia”, pero sí y mucho con la trayectoria de subordinación del neoconservadurismo mexicano que no registra que vivimos en un mundo multipolar que se resiste a la hegemonía estadunidense con base en el intervencionismo y el despojo a naciones soberanas e independientes.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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