El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, pidió hoy cerrar por completo la frontera con México, tras conocerse que un mexicano indocumentado, responsable del atropello mortal de dos personas en EU el pasado octubre, había sido deportado anteriormente hasta en ocho ocasiones.
A través de su cuenta en la red social Twitter, Abbott reclamó el cierre de la frontera, donde hay tramos de fácil acceso a EEUU, para evitar la entrada de inmigrantes ilegales después de hacerse público que el mexicano Miguel Ángel Villaseñor Saucedo, acusado de atropellar mortalmente a dos mujeres en Louisville (Kentucky) y darse a la fuga, había sido deportado ocho veces.
Según el Departamento de Justicia de EEUU, las autoridades estadounidenses habían deportado a Villaseñor Saucedo por última vez en 2013.
Además, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) indicó que los registros judiciales muestran cuatro casos en que el mexicano fue capturado por agentes de la patrulla fronteriza en Texas.
“Un inmigrante ilegal que entró a través de Texas acusado de matar a dos había sido deportado ocho veces. La frontera abierta debe terminar”, afirmó hoy Abbott, que en las últimas semanas ha hecho varias afirmaciones contrarias a los indocumentados y los refugiados en Estados Unidos.
Sin ir más lejos, el gobernador de Texas pidió esta misma semana al Congreso federal que desestime el aumento de fondos destinados a los planes de reubicación de refugiados propuesto por el presidente, Barack Obama.
El presidente electo, el republicano Donald Trump, quien jurará el cargo el próximo 20 de enero, utilizó durante la pasada campaña electoral una retórica contra la inmigración ilegal, especialmente la procedente de Latinoamérica y los países musulmanes.
El magnate llegó a tildar a los mexicanos que emigran a Estados Unidos de criminales y narcotraficantes, prometió construir un muro en la frontera con México y deportar a 11 millones de indocumentados que se cree que viven en el país.