EXPRESIONES.- Le estoy pirateando una frase tuitera a Adolfo Toledo Infanzón, prominente priista, ex senador y ex aspirante a candidato a gobernador por el PRI, luego de enterarse del albazo político perpetrado desde el CEN tricolor en favor del arcaico Salvador Sánchez Vásquez y del fanático ulisista, Alejandro Avilés Álvarez, como presidente del CDE del PRI y secretario general en funciones, respectivamente.
Y en efecto, es de burla, de risa y de pena ajena que gente como Fito Toledo, Jorge González Ilescas, Heliodoro Díaz Escárraga, damas y damiselas priistas y los testaferros de Murat se rasguen las vestiduras porque no nombraron a una “nueva cara” que consensuara en la dividida Oaxaca, como si existiera en el corral priista gente nueva y con valor político para dirigirlo.
Más pena ajena da el ver el mutis que hacen otros connotados priistas que asumieron con disciplina la disposición emanada del cubículo de Pedro Joaquín Codwell, como si no hubiera salido de ahí, sino de más arriba.
En fin, en el PRI ya no se sabe ni quién es quién y si la tal designación cupular tiene como fin resucitar a Ulises Ruiz Ortiz para que la astucia mapachil vuelva por sus fueros en Oaxaca y puedan lograr el próximo año un buen número de curules en el Congreso estatal y Presidencias Municipales, que enmarquen un posible retorno relámpago del PRI al Gobierno del Estado.
Soñar no cuesta nada, sobre todo en una entidad en donde nadie sabe ni nadie supo si son ex priistas, perredistas, morenos, panistas o una mezcla de todo y nada.
La cuestión es que la decisión cupular del CEN del PRI cayó como balde de agua fría a los especímenes locales que no saben ahora a ciencia cierta si alinearse por la derecha o mantenerse en una disidencia comodina que les permita negociar algunas posiciones políticas en el futuro.
Así pues, las cosas en el PRI siguen siendo de risa, de burla y de pena ajena… Qué más, ¿no es así?
Oaxaca de Juárez, Oax., lunes 5 de noviembre/2012
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