EXPRESIONES.- Por el prurito democrático del diálogo y el acuerdo, como símbolos de la gobernabilidad, nuestro gobierno está tirando por la borda nuestro estado de derecho.
Yo creo que nadie desea vuelvan los tiempos del autoritarismo, ni de la rigidez de las líneas políticas de “mátenlos en caliente” o la de “muerto el perro se acabó la rabia“, sin embargo, la negociación de la ley puede ser mucho más peligrosa que la firme decisión de limpiar nuestro pútrido establo, cuando la ciudadanía, aquella que sí respeta la ley y que vive bajo el orden y la legalidad, se decida a aplicar la ley por su propia mano.
La decisión del Gobierno Estatal y del Federal en su ámbito, de negociar la ley con vándalos y terroristas es un pésimo mensaje para quienes sufren los embates de la anarquía y la violencia generada por líderes, organizaciones y sindicatos, que por su capacidad de movilización, pueden infringir la ley impunemente.
Los mensajes del supuesto maestro de la CETEG retando al comandante Espartaco con un hacha en la mano o la manera en que un encapuchado goza el pegarle a un policía ante los medios de comunicación, son irritantes ante una sociedad maniatada bajo valores que ni las mismas autoridades respetan.
¿De qué sirve decir que existen órdenes de aprehensión, si estas no las aplican?
El engaño, definitivamente, es lacerante para una sociedad ávida de justicia y legalidad, por lo que no dudo de que ésta reaccione en consecuencia.
¿Pero cómo actuará nuestro gobierno si la ciudadanía decide aplicar la ley por su propia mano?
Aplicarán el rigor de la ley contra ellos o también la negociarán como hacen con tanto sátrapa que vive del chantaje y la presión política.
Cuidado pues, porque demasiada libertad degenera en libertinaje y demasiada demagogia democrática, degenera en violencia y anarquía.
La ley no debe exceptuar a nadie….
Oaxaca de Juárez, Oax., lunes 6 de mayo/2013.
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