Utopía
Cierto es que una golondrina no hace verano. Pero que se registren dos hechos claramente represivos a plena luz y con dos días de diferencia es para llamar la atención de las autoridades de Chiapas y capitalinas.
Uno estuvo a cargo de un funcionario y un agente del Instituto Nacional de Migración, el primero en actitud de bestia salvaje –no me refiero al luchador de los años 80 y 90– da dos patadas con la planta del zapato en el rosto a un migrante ya sometido en el suelo por dos agentes y que minutos antes había tirado golpes a un policía, en Tapachula, Chiapas, el 28 de agosto.
Tampoco lo último justifica la conducta atrabiliaria del funcionario de una estación migratoria que ya fue suspendido del INM. Pero a reserva de la investigación que se realiza, gracias al video que se hizo viral, tomado por el periodista Benjamín Alfaro, es de esperarse que el castigo vaya más allá de la pérdida del empleo, que el Órgano Interno de Control “proceda para los efectos a que haya lugar”. Instituto que, es preciso recordarlo, hasta hace 56 meses estaba saturado de corruptos y represores, empezando por sus directivos provenientes de los partidos Revolucionario Institucional y de Acción Nacional.
El otro hecho represivo se produjo en la Ciudad de México, el lunes 30, e involucró a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que resguardaban los accesos al Congreso local a solicitud expresa de la diputada presidenta de la mesa directiva, Patricia Báez Guerrero, del PAN.
Dos diputados y cuatro alcaldesas capitalinas electas intentaron ingresar de manera violenta para bloquear la sesión, al decir de los voceros de Morena, para lo cual se desplazaron sobre los hombros y las espaldas de sus ayudantes que fueron concentrados desde las 5:30 horas y convocados por auxiliares de Lía Limón en estos términos: “…la jefa solicita la presencia d todos los líderes y promotores q participaron en la campaña en un bloqueo en donceles (sic)… es obligatorio… quien quiera estar en la alcaldía es momento de demostrarlo”.
Sólo que Lía Limón, la virtual alcaldesa de Álvaro Obregón por la coalición partidista-empresarial Va por México –antes panista, subsecretaria del gobierno del paradigmático corrupto y priista Enrique Peña, y diputada federal por el Partido Verde, chapulina, pues–, resultó con un golpe en la nariz. Y la oposición partidista en pleno exige una disculpa pública de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la capital.
Disculpa que correspondería ofrecer a Omar García Harfuch, el titular de Seguridad Ciudadana, pero el asunto es netamente político y se trata de sacar la mejor raja antes de la toma de posesión de los alcaldes y diputadas
Independientemente de los propósitos y de los hechos que el partido aún mayoritario, Morena, en la capital –las alcaldías de Iztapalapa y Gustavo A. Madero concentran a la mayor parte de los habitantes y electores–, la imagen de la nariz sangrante de la alcaldesa Limón impactó muchísimo más que la muerte de cinco obreros de la construcción en Ecatepec, estado de México, que trabajaban en el viaducto elevado. Ellos casi no tienen quien les defienda desde el oligopolio mediático.
En cualquier caso son injustificables los hechos de violencia en contra de migrantes y de algunas de las próximas alcaldesas y diputados capitalinos, incluso en el supuesto caso de que se tratara de una provocación. La obligación de las autoridades es brindar protección a todos, no agredirlos por más provocadores que sean, como lo hacen con las feministas vandálicas sin que casi nadie las moleste.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.