Periodismo libre y comprometido

Search
Search
O A X A C A Clima de Hoy

Miguel Hidalgo, ¿Sigue en el Infierno?

Sin Derecho a Fianza

A estas alturas, don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte Villaseñor, mejor conocido como Miguel Hidalgo y Costilla, debe de estar arrepentidísimo de haber iniciado la rebelión en Dolores, Guanajuato, aquel 16 de septiembre de 1810, pues ya son más de 200 años que lleva en el Infierno, donde lo mandó la Iglesia católica.

Después de ser apresado, su proceso degradatorio se llevó a cabo el 29 de julio de 1811 en una sala del Hospital Real de Chihuahua. Le rasparon el cuero cabelludo, porque esa parte de su piel fue consagrada, como cristiano y sacerdote, con el “santo crisma” (es un aceite usado en el sacramento del bautismo y la confirmación. También en la ordenación de obispos y presbíteros).

También le arrancaron la yema de los pulgares e índices de las manos que habían sido consagradas el día de la ordenación y luego lo entregaron a los militares españoles para que lo fusilaran el 30 de julio de 1811, sin ninguna prerrogativa o beneficios eclesiásticos, en que entonces se amparaba cualquier reo.

Antes, el 24 de septiembre del año anterior, el obispo electo de Michoacán, Manuel Abad y Queipo, excomulgó al sacerdote Miguel Hidalgo. En el edicto que lanzó el obispó en contra de Hidalgo, se puede ver el odio tan terrible que la Iglesia le profesó por haberse atrevido a cuestionar su poder. Es asombrosa la minuciosidad, de quienes hablan del perdón y el amor, para maldecir toda la anatomía y actividades de don Miguel.

“Por la autoridad de Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo, de la Inmaculada Virgen María, Madre y Patrona del Salvador y de todas las Vírgenes Celestiales, Ángeles, Arcángeles, Tronos, Dominios, Profetas, Apóstoles y Evangelistas, de los Santos Inocentes, que en la presencia del Cordero son hallados dignos de cantar el nuevo coro de los Benditos Mártires y de los Santos Confesores, de todas las Santas Vírgenes y de todos los Santos, juntamente con el Bendito Elegido de Dios: Sea condenado Miguel Hidalgo y Costilla, ex cura del pueblo de Dolores, lo excomulgamos y anatemizamos desde las puertas del Santo Dios Todopoderoso, le separamos para que sea atormentado, despojado y entregado a Satán y Abirón y con todos aquellos que dicen al Señor, apártate de nosotros no deseando tus caminos; como el fuego se apaga con el agua, así se apague la luz para siempre a menos que se arrepienta y haga penitencia. Amén.

“Que el Padre que creó al hombre lo maldiga, que el Hijo que sufrió por nosotros le maldiga; que el Espíritu Santo que se derrama en el bautismo le maldiga; que la Santa Cruz de la cual descendió Cristo triunfante sobre sus enemigos le maldiga; que María Santísima, virgen siempre y Madre de Dios, le maldiga; que todos los Ángeles, Príncipes y Poderosos y todas las Huestes Celestiales le maldigan; que San Juan el precursor, San Pedro, San Pablo, San Andrés y todos los Apóstoles de Cristo juntos le maldigan, y el resto de los Discípulos y Evangelistas, quienes con su predicación convirtieron al Universo y la admirable de mártires y confesores, quienes por sus obras fueron dignos de agradar a Dios, le maldigan.

“Que el Santo Coro de las Benditas Vírgenes quienes por honor a Cristo han despreciado las cosas del mundo, le condenen, que todos los Santos que desde el principio del mundo hasta las edades más remotas sean amados por Dios, le condenen. Sea condenado Miguel Hidalgo y Costilla en donde quiera que esté, ya sea en la casa, en el bosque, en el agua o aún en la Iglesia.

“Que sea maldito en el vivir y en el morir; en el comer y en el beber; en el ayuno o en la sed; en el dormitar y en el dormir; en la vigilia y andando; estando de pie o sentado; acostado o andando; mingiendo [orinando] o cancando [defecando] y en todas las sangrías. Que sea maldito interior y exteriormente. Que sea maldito en su pelo. Que sea maldito en su cerebro, y en sus vértebras, en sus sienes, en sus mejillas, en sus mandíbulas, en su nariz, en sus dientes y muelas, en sus hombros, en sus dedos.

“Sea condenado en su boca, en su pecho, en su corazón, en sus entrañas y hasta en su mismo estómago. Sea maldito en sus riñones, en sus ingles, en sus muslos, en sus genitales, en sus piernas, sus pies y uñas. Sea maldito en todas sus coyunturas y articulaciones de todos sus miembros; desde la corona de su cabeza hasta la planta de sus pies, no tenga un punto bueno.

“Que el Hijo de Dios viviente con toda su majestad, le maldiga, y que los cielos con todos los poderes que los mueven se levanten contra él, le maldigan y le condenen a menos que se arrepienta y haga penitencia. Así sea, Amén”.

En el 2009 la Arquidiócesis de México exigió corregir los libros de texto aduciendo que Hidalgo y Morelos “fallecieron en el seno de la Iglesia” porque “se confesaron antes de morir”. Sin embargo, para varios historiadores, Hidalgo no comulgó (tampoco pidió volver al seno de la Iglesia) por lo tanto, sigue en el Infierno.

El papa anterior, Juan Pablo II, que el próximo año ya será santo, en su momento, pidió perdón a los judíos, quienes, dijo, no mataron a Cristo. Pero al pobre de don Miguel la Iglesia no le pide perdón… no pide perdón ni por ese edicto que va contra todo lo que ha pregonado durante muchos siglos.

 

noviembre 2013
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  
Scroll al inicio