Utopía
Finalmente, después de muchas declaraciones e incluso aspavientos, Dante Delgado, el líder eterno de Movimiento Ciudadano y antes de Convergencia por Democracia –la que cofundó el estimado periodista Fernando Pineda Ménez quien se retiró muy decepcionado–, reconoció lo que muchos saben desde hace tiempo: Samuel García o Marcelo Ebrard será el candidato presidencial de MC. ¿Y Dante?
Así lo dijo Delgado Rannauro, el también senador y excolaborador del temido y temible jefe de la policía política Fernando Gutiérrez Barrios: Samuel García y Marcelo Ebrard “son dos opciones”. El gobernador de Nuevo León, ya con solicitud de licencia en trámite, “es la opción interna”, y Marcelo Ebrard –en litigio más político que jurídico y por ello sin futuro, con la dirigencia de Morena, encabezada por Mario Delgado–, “sería la externa” en el proceso de postulación del candidato presidencial de MC.
Los poderosos empresarios nuevoleoneses expresaron su rechazo a la precandidatura del joven de la carrera política meteórica que tendrá un fuerte revés, salvo que García figure sólo para cubrir el expediente estatutario y legal. “Que termine su mandato”, exigieron.
Las razones que esgrime el exgobernador veracruzano que sustituyó interinamente a Gutiérrez Barrios en el Palacio de Gobierno de Xalapa en 1988, se pueden resumir de esta manera. “El dinamismo, el talento y la creatividad” de García y de Ebrard la “trayectoria e historia de vida, así como sus prácticas de buen gobierno”. Sin embargo, al viejo estilo priista informó que “aún no he hablado con Ebrard sobre el tema, pues está de vacaciones”. Lo “destapó” sin consultarlo. ¡Pamplinas!
También presumió su capacidad para hacerle al Tío Lolo al explicar que en caso de que Samuel García sea el único que se registre en el proceso interno, “MC lo apoyaría, pero hay que esperar que todo se dé correctamente. Los tiempos de Nuevo León y los tiempos de MC deben de acompasarse”. Aquí es preciso recordar que Luis Donaldo Colosio Riojas, demasiado inflado por Dante, lo dejó colgado de la brocha a la hora de la verdad, porque no estaba dispuesto a coadyuvar a la división con las oposiciones, como el aún estrecho Frente Amplio que comanda Claudio X. González Guajardo. Y menos aún puede omitirse que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y su aparato pintaron su raya pública e insistentemente de los planes electorales de don Dante.
Con todo, el veterano y experimentado político formado en el viejo sistema de la simulación y la retórica –ahora socialdemócrata– divorciada de la realidad, jura y perjura que su partido “es la opción de futuro”. Y ya entrados en frases domingueras hace “prospectiva de futuro” al estimar sin el uso de polvo blanco que la contienda por la presidencia en 2024 se decidirá entre MC y Morena, pues los demás partidos “no tienen ni proyecto ni candidato con la suficiente fuerza para gobernar”.
Y cuando la emoción lo domina, asegura que los hombres y mujeres de su franquicia electoral –suya, de él– despacharán en Palacio Nacional y todo el Poder Ejecutivo federal, bajo el supuesto de que es “un error injustificable reducir la discusión nacional a que sigan gobernando quienes lo están haciendo mal o a que regresen los que lo hicieron mal durante décadas”. Pero antes, sin sonrojarse, destacó la “trayectoria e historia de vida, así como sus prácticas de buen gobierno” de Ebrard Casaubón, nada menos que el secretario de Relaciones Exteriores (2018-23) y “vicepresidente” de México, para los “analistas” del mitómano oligopolio televisivo.
Eduardo Ibarra Aguirre
Autor de Utopía. Coordinador del Grupo María Cristina. Perseguido por la Sedena (1993-2002) por difundir la propuesta del ombudsman militar. Demandante laboral del CEN del PRI (1992-93). Editor de Forum en Línea desde diciembre de 1993. Redactor de cinco libros y coautor de ocho. Corresponsal en Moscú (1977-79) y becario en Berlín (1967-68).
Colaborador desde el 12 de abril de 2021.
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