La multigalardonada artesana oaxaqueña Dolores Porras, cuya producción fue reconocida nacional e internacionalmente, falleció en los últimos minutos del 1 de noviembre, en su natal Santa María Atzompa, donde nació el 30 de marzo de 1937.
Sus restos fueron velados en su domicilio de Santa María Atzompa, donde hizo acto de presencia Baruc Alavez Mendoza, director general del Instituto Oaxaqueño de las Artesanías (IOA) para dar el pésame a sus familiares, ayer por la tarde fue sepultada en el panteón municipal de este lugar.
Sin lugar a dudas, por la intensidad de su obra, la artista oaxaqueña será recordada como una de las artesanas contemporáneas más completas.
Apenas en días pasados, Dolores Porras, había sido reconocida por su labor artesanal por la Casa Oaxaqueña de la Cultura, el cual se suma a los numerosos reconocimientos que empezó a recibir desde 1984.
En ese año, el Sistema Nacional para el Desarrollo de la Familia (DIF) la reconoció por su trabajo considerado dentro de las 100 mejores artesanías mexicanas de 1984, este fue el primer reconocimiento que le fue otorgado.
Entre los premios que recibió, el primer lugar en el concurso de loza tradicional de Santa María Atzompa, organizado en octubre de 1984, por ARIPO.
En febrero de 2005, obtuvo el segundo lugar, por su trabajo de barro natural, en el Concurso Nacional de los Pueblos Indígenas.
Participó en ferias y exposiciones nacionales e internacionales
De acuerdo a su biografía, Doña Dolores creció en un ambiente de pobreza, que le impidió ir a la escuela. Su padre y su abuela materna fueron quienes estuvieron al tanto de ella, iniciándose a los 13 años en la alfarería.
Trabajó en diversos talleres, lo que le permitió llegar al de Teodora Blanco Núñez, de quien aprendió mucho, considerada la primera alfarera oaxaqueña, creadora de las típicas monas o muñecas. Descanse en paz, Doña Dolores Porras.