EXPRESIONES.- Las canonjías y prebendas que el gobierno federal y estatal le ha otorgado a la Sección 22 en aras de apaciguar un movimiento que vive de su movilización constante, la han convertido en una soberbia organización sindical que lo mismo destruye, asalta, bloquea, insulta, atenta, contra todo y contra todos.
Y para ello se vale de embozados violentos que destruyen cercas de mallas, rompen candados, incendian papelería, roban y destruyen equipo de trabajo, insultan y vejan a la prensa y al Ejército Mexicano, con lujo de impunidad, llegando al extremo de utilizar a una fanática mujer que aprovechándose de su condición encabeza acciones como si fuera el prototipo de la honradez, la respetabilidad y la limpieza de convicciones.
Carmen Vásquez, mejor conocida como La Jicayán, pone en entredicho el papel de la mujer en la lucha social con sus desplantes de diva y vulgaridad a flor de piel y nadie la toca ni se hace merecedora de la aplicación de la ley porque la convertirían en la “Ché Guevara” del movimiento magisterial.
Así las cosas en una demarcación que como Oaxaca es actualmente ejemplo de impunidad, corrupción e ilegalidad, sustentado por un gobierno estatal timorato carente de autoridad y de todo.
¿Quién puede parar el reino de terror que impone la Sección 22?
Quieren sentar ahora en una mesa de diálogo al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y al secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffe. ¿Y esa mesa será atendida por La Jicayán?
La manera fútil con la que narro este tema es por la simple razón de que el movimiento sindical de la Sección 22 y todo lo que la rodea es una farsa sostenida por autoridades corruptas que les interesa muy poco la educación en México.
Total, entre más ignorantes y pendejos nos mantengan, más simularán y más robaran.
¡Despierta Oaxaca!, sólo en nuestras manos está corregir tanta inmundicia.
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, jueves 4 de junio de 2015
