SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, agosto 15.- El diputado local Flavio Sosa Villavicencio, del Partido del Trabajo (PT), demandó este lunes un cambio radical en las acciones del Gobierno estatal en los ámbitos de política social, gobernabilidad, equidad de género y combate a la impunidad, con el fin de que la alternancia partidista “se transforme de manera efectiva en una transición a la democracia”.

Al plantear su posición frente a la ratificación de los secretarios General de Gobierno y de Desarrollo Social, en la tribuna del Congreso del Estado, señaló que en materia de política social “las acciones desarrolladas por la administración estatal son de inicio insuficientes, y en algunos casos muestran visos de demagogia”, como el programa de apoyo a madres solteras.

Sin embargo, subrayó, el problema de fondo es la visión desde la que se planifica el combate a la marginación, y consideró urgente una transformación radical en el fundamento mismo de la política social, para establecer “medidas de fondo que lleven a un verdadero desarrollo social y humano basado en un crecimiento generado a partir de las propias comunidades”.

“No podemos tolerar más de las supuestas políticas para erradicar la pobreza que estén realmente destinadas a mantener con alfileres la precaria gobernabilidad de nuestro estado”, expuso.

También dijo observar una falta de compromiso claro con el acceso de las mujeres a la igualdad, pues los programas ejecutados consideran que la desigualdad de género deviene de la pobreza, por lo que no atacan problemas de origen como la división sexual del trabajo, la falta de oportunidades y la desigual distribución de poder entre hombres y mujeres.

“Se requiere de un gobierno aliado de las libertades y la autonomía de las mujeres, dispuesto a asumir una nueva visión de la vida y de la relación entre mujeres y hombres. Por eso, un gobierno de transición significa, desde una perspectiva liberal y en el sentido juarista del término, liderazgo en el combate a la discriminación más antigua: La de las mujeres por el hecho de ser mujeres”, dijo.

También habló del combate a la impunidad como “otra grave omisión, de cuya solución definitivamente depende la posibilidad de aspirar a una transición democrática”, pues en el caso de los delitos cometidos por la pasada administración gubernamental “falta pasar de las denuncias mediáticas por corrupción al inicio y desahogo de los procesos”.

En ese sentido, expresó que la sociedad oaxaqueña demanda acciones claras para castigar a quienes hayan sido responsables de la corrupción, el abuso de poder y la violación a los derechos humanos y al Estado de Derecho durante el sexenio pasado, pues “sin justicia es imposible aspirar a la democracia”, y “sin justicia la democracia es demagogia”.

Respecto a la gobernabilidad, dijo que “los conflictos generados durante ochenta años de ignominia priísta no se solucionan de la noche a la mañana”, pero también han faltado voluntad y capacidad políticas para solucionar de raíz “problemas antiguos, como los conflictos por límites de tierras o las divisiones comunitarias por las ya añejas luchas contra los cacicazgos”.

“Bajo fuego no hay democracia posible”, sentenció en referencia a funcionarios que “a la vieja usanza, en el mejor de los casos se dedicaron a administrar la conflictividad social en lugar de intentar soluciones, mientras la sangre de nuestros hermanos sigue envenenando la tierra oaxaqueña, que debería ser abonada con el acuerdo y la concordia”.

Un gobierno eficiente es lo menos que se puede exigir, indicó, “pero no basta: también necesitamos un gobierno que construya instituciones; que haga justicia sin distingos; que defienda los derechos de los pueblos indígenas; que defienda el territorio y los recursos naturales; que acabe con la impunidad”.

Expuso, finalmente, la exigencia social de “un gobierno comprometido con las causas sociales, con la justicia, la transparencia, la equidad; un gobierno que garantice una paz con justicia y dignidad, que atienda los rezagos, que escuche la demanda social, que sea respetuoso de los derechos de los pueblos indios y que garantice la equidad de género”.