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Los de la Sección 22: ¿Mal pagados?

Sin Derecho a Fianza

—-Segunda parte

El famoso Irving Copi en su “Introducción a la Lógica” al tratar el tema de las falacias no formales, señala que existe una llamada “argumentum ad hominem” (argumento dirigido contra el hombre). Dice que se comete “cuando, en vez de tratar de refutar la verdad de lo que se afirma, se ataca al hombre que hace la afirmación”. Es el ataque personal, con calumnias o insultos, porque no se poseen o no existen argumentos para la defensa.

Dice Copi. “Este argumento es falaz, porque el carácter personal de un hombre carece de importancia lógica para determinar la verdad o falsedad de lo que dice o la corrección o incorrección de su razonamiento”.

Para la gente inculta (hay gente así, a pesar de haber obtenido un título universitario) en una discusión, lo más sencillo es descalificar al otro. Es típico usar un ejemplo desmesurado para exculpar o justificar un “crimen menor”. Si se critica a alguien que les simpatiza, aducen: “¿por qué no castigan a fulano que robó más?”. Eso pasa con la mayoría de defensores de los maestros. No usan argumentos, no desmienten los datos. Nada les quita la ceguera.

Ahora usan ejemplos como “consiguieron uniformes escolares” o “los maestros rurales imparten clases a la intemperie y ganan 6 mil pesos”. Casi treinta años después de iniciada su “lucha”, se acordaron que los niños necesitan uniformes.

Es cierto que existen escuelas en deplorables condiciones. No son la mayoría, como para usarla de argumento. Y si existen aún quiere decir que no ha sido prioridad de la sección 22 luchar por ellas.

Si en más de treinta años han conseguido cuatro hoteles para los privilegiados, y no han podido conseguir que se construya en esos pueblos un aula (que costaría como 200 mil pesos) como la de la foto que circula en la red, es que no les importa un maestro rural ni su escuela. Solamente con el bono que les pagan (sin merecer) al año por “redondear” los meses a 31 días, se construirían decenas de aulas.

Que existan escuelas sin muros, significa también, que el maestro es un incompetente, sin poder de convocatoria, porque es en los pueblos donde es más solidaria su comunidad. Si el maestro convoca, los pobladores harían “tequio” y cooperarían con madera y adobe, si no hay más.

Claro, el pusilánime gobierno es el culpable, en lugar de regalar ese dinero debería usarlo para la infraestructura escolar.

Por cierto, estos “maestros rurales” tan defendidos en la red, son los más cuestionados en los pueblos. Pero podemos tratarlo en otra ocasión, ya nos apartamos mucho.

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La SEP declaró en noviembre pasado que había fallas en los pagos a 410 mil 741 maestros del total de 1.2 millones de docentes en todo el país. Más o menos es el 40 por ciento. No que se les pagara mal, sino que cobran “de más”.

La SEP, en Oaxaca, señaló que son 300 los maestros desubicados que le cuestan dinero al gobierno porque no están trabajando, pero sí cobran mientras esperan su orden de comisión.

Antonio Iturribarría Bolaños, titular del IEEPO, dijo que hay casos en donde los maestros cobran un cheque en Oaxaca y otro correspondiente a una entidad no colindante (Diario Noticias 19/11/2012).

Dijo que se investigaría porque, “si un profesor tiene horas/clase en Oaxaca y horas/clase en Tlaxiaco, será eliminado uno de los dos ya que, no es posible que un maestro se desplace diario de Oaxaca a Tlaxiaco”, dijo.

Y vean la bondad: “se eliminará” uno de los cheques, nada dice de aplicar la ley por fraude o algo así. Pero ni eso ha hecho…

¿Que algún maestro siente el ímpetu de ayudar a su pueblo como político? Pues ya que sea presidente o regidor, su salario lo recibirá íntegro, y sin menoscabo de su antigüedad, así sea que toda su vida la dedique a la política.

¿Qué algún mentor ya se cansó de ver a su esposa? Pues nada más fácil, se consigue un cargo en el sindicato y se viene a la ciudad de Oaxaca, acá tiene el hotel del magisterio (que le regaló el gobierno), cobra su quincena completa más lo que le paga el sindicato, y es feliz traficando con lo que puede. No pocas profesoras se han quejado que para que les arreglen un asunto, les piden favores sexuales.

¿Que el esforzado docente ya se siente cansado o ya llegó a la edad requerida para el retiro? Pues hay buscar a quieren heredar: al que “destripó” todas las carreras, al que ya estudió después de la secundaria o al que anda de “nini”…

¿Qué en la familia si hubo hijos responsables que obtuvieron un título o tienen dignidad o vergüenza y no aceptaron? No importa, el insigne profesor sale a su retiro con dos plazas, es decir, se le paga doble hasta que muera.

De esa plaza vacante, ya se encargará el alma caritativa de algún líder de donársela a alguien merecedor de ella (claro, con un paguito, sin abonos).

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Después de un año de esfuerzo, al final del mismo, los profesores de Oaxaca cobrarán casi tres meses y medio de aguinaldo. Aunque son “federales”, más del 60 por ciento de ello se los ha regalado el gobierno de Oaxaca (con Diódoro y con Murat).

La mayoría de trabajadores mexicanos sólo tiene derecho a 15 días de aguinaldo, como lo dice en su Artículo 87 la Ley del Trabajo: “Los trabajadores tendrán derecho a un aguinaldo anual que deberá pagarse antes del día veinte de diciembre, equivalente a quince días de salario, por lo menos”.

En Aguascalientes, Guerrero, Morelos e Hidalgo su aguinaldo es de 90 días de. En Tabasco, es de 84 días, mientras que en Puebla y Chihuahua es de 80 días.

En siete estados de la república se les paga a los profesores 40 días de aguinaldo; en seis entidades 60 y el resto varía entre 50 y 70 días. En Oaxaca son 104 días.

Al fin de año lectivo, por otro acuerdo entre el gobierno estatal y la 22, se les paga otro bono, que llaman “Ajuste de Días Calendario” o “Bono de Inicio de Ciclo Escolar” que consiste en “redondear” o pagarles como si todos los meses tuvieran 31 días.

Lo malo es que lo que cobran no corresponde con la calidad del producto que entregan.

2006, AÑO DE GANANCIAS

En 2006 pidieron rezonificación por vida cara y les dieron mil millones. Más 600 millones para otros asuntillos (un año antes les habían entregado 300 millones), más los 25 millones de pesos como “reparación de daños materiales” en el intento de desalojo del 14 de junio de 2006 (algunos creyeron que al recibir el dinero, los maestros lo entregarían a los ciudadanos que sufrieron la quema de su auto, el destrozo de su casa o la quiebra de su comercio, pero, no, no fue así. Se ignora por qué).

En ese año a más de medio millar de trabajadores, que por 15 años habían cobrado bajo el régimen de honorarios, se les “basificó”.

Fue bastante productivo, pues también la sección 22, con Enrique Rueda Pacheco al frente, pidió seis mil horas académicas, y no sólo se les concedieron, les dieron cuatro mil más, para sumar 10 mil horas; se aprobaron 500 plazas nuevas; un incremento de 6 millones de pesos al fondo de préstamos personales, que llegó a 17 millones.

Se aumentó en cuatro millones de pesos el fondo para vivienda y 100 por ciento a un Centro Sindical de Estudios Educativos (de la sección 22, claro), al tiempo de que el programa de casas del maestro recibió un millón de pesos adicional a otro que se comprometió en 2005.

Se les dio casi todo. Pero la sección 22, ¡también quería manejar presupuesto educativo! Ahí les dijeron que no.

Tan listos como la “maestra”, Elba Esther, ya no deseaban una rebanada del pastel, lo querían entero, por ello pidieron que las cuotas sindicales (dos millones 143 mil pesos mensuales, en ese año) fueran para ellos solitos, es decir, que ya no pasara por el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE. También les dijeron que no. Y para que se liberaran del estrés de tanta negociación, se les regaló otro hotel en el paradisiaco Huatulco.

¿Que si todos esos recursos llegan a los profesores de abajo? Ahí sí, nadie sabe.

¿MAL PAGADOS?

Una de las demandas “más sentidas” de los profesores es que dicen, son muy mal pagados. Por eso en lejanas comunidades, llegan los martes y se van los jueves.

En noviembre pasado, se dio a conocer el tabulador completo de los puestos de trabajo que hay en el IEEPO, así como los catálogos de percepciones y deducciones con base en una solicitud de información solicitada al Sistema Electrónico de Acceso a la Información Pública (SIEAIP).

Y sí es cierto que un maestro de primaria (sin carrera magisterial) que recién tomó su plaza, sin hacer examen de oposición, ganaba en ese momento 5 mil 827 pesos, pero no es parte de la mayoría, los salarios van en aumento: diez mil, 15 mil, 18 mil, hasta casi treinta mil pesos (29 mil 966 pesos con 70 centavos).

Así pasa con el sueldo de un director de primaria o de jardín de niños, que percibe mensualmente un salario base de entre 6 mil 836 pesos, pero puede llegar hasta 35 mil 160 pesos. En promedio ganan 10 mil 320 pesos al mes.

También hay que aclarar que se especifica que es un “listado exhaustivo de claves utilizadas en la nómina” y que a ninguna persona con plaza docente, directiva o administrativa, le es aplicada la totalidad de las claves de percepciones y deducciones.

También reciben otros beneficios como: ayuda de despensa, material didáctico, previsión social múltiple, pago de días económicos no disfrutados, estímulos por años de servicio en la docencia, prima vacacional, aguinaldo o gratificación de fin de año, estímulos por puntualidad y asistencia, prima de antigüedad, becas especiales, carrera magisterial, bono sexenal, entre otros.

Hay que señalar que muchas actividades en beneficio de los profesores son pagadas por el IEEPO. Por ejemplo: los líderes escogen el salón, la orquesta, los regalos, la comida y bebida para el “Día de la madre”, del “Día del maestro”, del día de la madre del maestro jubilado, etcétera… y el IEEPO, sin chistar, lo paga.

Así que habría que preguntar qué paga el sindicato. O a dónde se van las cuotas de los trabajadores. Porque también hay otras “percepciones” del sindicato: maestro que no vaya a la marcha o “plantón”, paga de 500 a mil pesos. Y son varias marchas, bloqueos y “plantones” al año y son miles de maestros que no asisten. También, cuando sólo va una parte del magisterio a la ciudad de México, los que se quedan tienen que aportar entre 200 y 500 pesos o más, para los gastos de los revolucionarios que sí asistirán.

 

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