OAXACA, OAX., enero 15.—Una historia de ficción que se convierte en una realidad trágica, cruel, sin que deje de ser novela: eso es “Falsa Liebre” (Almadía), el debut en el género de Fernanda Melchor (Veracruz, 1982).

Miseria, descomposición social, prostitución infantil, pederastia, pobreza intelectual y económica cotidiana, los temas otrora de las ciencias sociales que ahora se han vuelto el largo aliento de los literatos.

Sí, la realidad supera la ficción; tanto, que ahora aquélla es materia de novelas, cuentos y poemas, y no ésta.

O acaso no es pura realidad este diálogo interior del adolescente Andrik:

—Te estás poniendo viejo.

Frunció la nariz. También eso dolía.

—Al rato serás tú el que busque chicos en los baños.

“Algo se pudre en el trópico. En esa esquina del mundo disfrazada de paraíso, junto al mar, cuatro vidas están a punto de coincidir en la fatalidad de un engañoso día de verano.

“Andrik es un adolescente de hermosos ojos amarillos que ha caído en las garras de un amante celoso”… se lee en la contraportada de “Falsa Liebre”, de Fernanda Melchor.

Graduada en periodismo en la Universidad Veracruzana y diplomada en ciencias políticas en el Institut d’Érudes Politiques de Rennes, Francia, ha publicado el libro de crónicas “Aquí no es Miami”, así como relatos en diversas antologías.

En 2007, ganó la primera emisión del “virtuality” literario Caza de Letras; en 2009, obtuvo el Premio Estatal de Periodismo Rubén Pabello Acosta, y en 2012, el Premio Nacional de Periodismo Dolores Guerrero.