+ Charla de especialistas en el Teatro Macedonio Alcalá, organizada por la Asociación de Periodistas de Oaxaca, A.C. (APO)
OAXACA, OAX., agosto 9.- El crecimiento urbano podría representar una amenaza para la preservación de las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla –declaradas Patrimonio de la Humanidad en 2010 por la UNESCO, donde hay cuatro áreas naturales protegidas y habitan 400 especies de flora y fauna, 40 catalogadas como en peligro de extinción–, si no se realizan acciones conjuntas con las comunidades aledañas.
Por ello, es necesario fortalecer y darles las herramientas necesarias a los grupos de vigilancia comunitaria para que coadyuven en el monitoreo para evitar el saqueo y caza de especies en extinción en la zona donde se ha establecido la presencia de felinos de América, excepto el ocelote.
Así lo señalaron Jorge Luis Ríos Allier, jefe de la Zona Arqueológica de Mitla del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Pavel Palacios Chávez, director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de la división Sierra Juárez-Mixteca, en una charla organizada por la Asociación de Periodistas de Oaxaca, A.C. (APO), que se llevó a cabo el viernes 7 de agosto de 2015 en el Salón Herradura del Teatro “Macedonio Alcalá” de la Ciudad de Oaxaca.
La plática fue promovida por Miguel Ángel Shultz Dávila, secretario de la Comisión de Cultura de la APO, que presiden Juan López Bohórquez, Wilfrido López Torres y Mario Carlos Castellanos Alcázar, y a la cual asistieron socios de la agrupación y reporteros de diversos medios de comunicación.
Palacios Chávez resaltó que las Cuevas Prehistóricas son sitio que tienen un marco jurídico en el país en materia de cambio de uso de suelo, impacto ambiental y donde se establecen delitos en contra de la biodiversidad.
En tanto, en la zona de Lambytieco –considerado como el primer sitio donde hubo una sociedad compleja– y en la zona arqueológica de Yagul, ubicados en inmediaciones de Tlacolula de Matamoros, hay estrategias para evitar la especulación de terrenos.
En la presentación de la charla, Shultz Dávila, quien agradeció al director del teatro, Esteban Sanjuan Maldonado, su apoyo para la realización de la charla, expuso que es necesario que como oaxaqueños aprendamos a pensar en la preservación de nuestro patrimonio, porque México es uno de los cinco países que tiene la mayor biodiversidad del mundo.
En este sentido, dijo que la APO está empeñada en promover el cuidado de nuestro patrimonio. Antes, pidió un minuto de silencio en memoria del fotoperiodista del semanario Proceso, Rubén Espinosa Becerril.
Biodiversidad es un término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que la conforman.
Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla, distribuidas en el área, muestran los testimonios de civilización más antiguos de toda América, y que datan del año 8 mil a.C.
Semillas de calabaza, con más de diez mil años de antigüedad, son prueba de las primeras plantas domesticadas en el continente; semillas de frijol y maíz del seis mil y cuatro mil 200 años a.C., respectivamente; pinturas rupestres, instrumentos elaborados en piedra y varios tipos de proyectiles, fueron encontrados en varias de estas cuevas-habitación, dos de ellas evidencia de la transición de la vida nómada a la sedentaria.
Los sitios considerados Patrimonio de la Humanidad en México son lugares que han cumplido los requisitos necesarios marcados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y que han sido nominados para el programa internacional, Patrimonio de la Humanidad debido a su importancia excepcional cultural o natural.
Hasta 2015, México cuenta con 33 lugares designados (27 como Patrimonio cultural, cinco como Patrimonio natural y uno como Patrimonio mixto).
Esto lo convierte en el sexto país con mayor cantidad de sitios inscritos en la lista, después de Italia, España, China, Alemania y Francia, así como primero en América Latina y el Caribe, y también en el continente americano.
Palacios Chávez explicó que se realiza con el INAH un ejercicio conjunto de conservación del sitio, considerado único en el país y ello es de “alta importancia”, en el quinto aniversario de la declaración del área como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Mientras se mostraban diapositivas, mencionó que en el lugar hay muchas especies de fauna plasmadas en pinturas rupestres como un jaguar (en la denominada Cuenca de los Machines), también especies de flora que no había sido registradas en el mundo y que apenas están siendo descritas.
En tanto, Ríos Allier mencionó que 25 mil habitantes convergen en el área de 63 mil 300 hectáreas decretadas, y en la Cueva “Guila Naquitz”, fueron hallados restos de maíz, lo que establece que hubo domesticación incipiente de plantas para el consumo humano.
Indicó que la calabaza es la planta más antigua en esa zona, y el bule tiene una antigüedad de tres mil 500 años a.C., además de que el maguey y el nopal también eran parte del consumo humano.
Mencionó que los habitantes de Tlacolula de Matamoros son producto de la interacción de esas etapas, y la Cueva Paloma, ubicada en inmediaciones de Unión Zapata, tiene una profundidad de 24 a 30 metros y dos mil años de antigüedad.
Indicó que se hacen trabajos de registro de representaciones de aves y felinos y de grandes murales como el que se encuentra en “Caballito Blanco”; asimismo, se han hallado puntas de proyectil de silex que es abundante en el área.
De igual manera, expuso que hay cinco evidencias de huesos humanos, y con las nuevas tecnologías se podrán identificar migraciones y procedencias temporalizadas.
Por su parte, Palacios Chávez dijo que a finales del próximo mes de noviembre o principios de diciembre estarán definidos los sitios de visitación en pequeños senderos, bajo un esquema muy controlado, vinculados a Centros de Interpretación.
