ISONOMÍA
El gran proyecto de Morena y la circunstancialidad de su máximo liderazgo, marcan sus grandes fortalezas; un bajo nivel de profesionalismo y de institucionalidad; además de las urgencias de las pragmáticas luchas por el poder y por el control del partido expresan sus debilidades.
En la variable positiva que genera el soporte, la motricidad del proyecto, se articula el fenómeno histórico de un liderazgo sustentado en un cuerpo programático y doctrinario de enorme potencia. Ese proyecto tiene el indudable valor de dar respuesta a la crisis histórica del sistema de dominio en nuestro país en un contexto de hartazgo de la sociedad.
En la vertiente que empieza a generar vulnerabilidad están los rezagos en materia de eficiencia organizacional y solidez institucional. Finalmente el Partido es una entidad que debía ser construida en base a la eficiencia para la competencia política y es al mismo tiempo, es una institución de interés público que declara como su objetivo la consolidación de la democracia y la transformación del país.
Entonces no hay vuelta de hoja y la conclusión es simple. El liderazgo y el proyecto necesitan que no renquee la capacidad organizativa y que el partido no solo exprese sino demuestre en la práctica, lo que le distingue de las otras opciones políticas. Es en la las prácticas en donde se ve realmente el grado de compromiso con el mérito democrático y no por la simulación o el engaño. ¡No más de lo mismo!
Entonces las luchas por el poder interno tienen que subordinarse al logro de la eficiencia, vía profesionalización del partido (especialización y complejización de tareas) sustentadas en plenitud institucional, pautas de conducta y reglas claras de participación y de actuación que reconozca el mérito , la competitividad y el prestigio social de todos y cada uno de sus integrantes, incluidos sus liderazgos.
Si todo esto es plena o medianamente cierto, queda claro que la lucha por la institucionalidad y la profesionalización del partido son cruciales para alcanzar el proyecto de fondo que contempla la transformación del país. No es suficiente un gran proyecto y un mejor liderazgo, si no se cuenta con la maquinaria electoral puesta a punto con sus mejores mujeres y hombres al frente. ¡No está fácil! ¿O como la ve usted?