Libros de ayer y hoy
Si se cumple el pronóstico de que Claudia Sheinbaum Pardo será la primera presidenta de México, también entrará en esa designación la de una de las primeras mujeres científicas que estaría al frente de un gran país.
Desde la lejana Atenea, diosa de la sabiduría, de las ciencias, la justicia y todo lo que atañe a esos valores, que gobernaba con su esencia de diosa la bella Atenas, pocas han sido las mujeres que han gobernado insertas en la ciencia.
Claudia ya es parte del 33.3 por ciento que señala la UNESCO como el porcentaje de uno los dos géneros que son considerados científicos. Pero muchos de eso estudiosos no son políticos. Es ahí en donde se impone el énfasis en esta precandidata del partido Morena que el próximo 6 de setiembre podría ser electa la candidata para competir por la presidencia de la República.
Entre estudios universitarios desde la Facultad de Ciencias de la UNAM, Sheinbaum ya ejercía la política y fue una permanente militante del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), que instaló una huelga contra el rector Jorge Carpizo, para evitar que la gratuidad en la enseñanza fuera más vulnerada.
Recuerdo haberla entrevistado, aunque hay que considerar que en ese entonces la noticia eran los tres líderes estudiantiles Carlos Imaz después esposo de Claudia, Antonio Santos e Imanol Ordorika. No se preveía que el CEU estuviera gobernando 30 años después la Ciudad de México y lo siguiera aún porque aunque Martí Batres no estuvo muy involucrado en el movimiento, lo hacía desde el plantel donde daba clases.
¿Cuál puede ser el impacto de una científica en el gobierno, en un país en el que si bien hay un repunte de mujeres en la ciencia, esta se muestra ajena en varios aspectos? Se ha tratado de cambiar el esquema en este sexenio, pero la profundidad de lo que es la ciencia y su impacto en el desarrollo del país, tiene que configurarse todavía. Pese a los muchos científicos, mujeres, hombres que tenemos, así como proyectos, programas y planes.
El recorrido científico de Claudia Sheinbaum, deja apabullado
Leer el curriculum de Claudia Sheinbaum, es quedarse atónito. Es impresionante la larga lista que uno va leyendo, todo incluido en el mundo de la ciencia, con títulos, doctorados, organismos a los que pertenece, academia, investigación girada en buena parte en la energía y el medio ambiente, con el tiempo de varios años en el extranjero en estudios y la nominación al Nobel conjunta con el vicepresidente de Estados Unidos Al Gore y otros científicos.
Lo singular es su dedicación a la política, cuando tiene abierto todo un mundo en el quehacer científico. Quizá porque a diferencia de la mayoría de los políticos que consideran su actividad un fin en sí mismo, la doctora Sheinbaum considera que la visión científica también se aplica y es parte de la política, que es en sí misma una ciencia y tiene aplicación sobre todo en la política práctica.
Lo demostró cuando fue Secretaria del Medio Ambiente en la jefatura de AMLO y exhibió su sapiencia ingenieril técnica, en la construcción de vías de comunicación como lo fue la construcción del segundo piso de la Ciudad de México. Fuera de la saturación por el exacerbamiento vehicular de la ciudad, el segundo piso ha sido todo un éxito.
En Grecia y Roma, dos diosas científicas regían la ciudad
Aunque también se asomaba el misogismo porque escasean las mujeres filósofas que se mencionan en Grecia y Roma, el mito era más abierto y las mujeres pululaban dándoles lecciones a los dioses masculinos con su inteligencia, sapiencia y belleza.
Atenea lo era en Grecia y Minerva en Roma. En el caso de la primera, se dice que era la hija preferida de Zeus, diosa que en una de las muchas historias que se mencionan sobre ella, se dice que se comió a su propia madre, no sabemos si realmente o en la metáfora. Tanto Atenea como Minerva dominaban no solo las ciencias, la sabiduría, la justicia, sino que eslabonaban en las artes, la industria, la salud, la educación entre muchas actividades.
El nombre de Claudia aparece más atrás, con la diosa Cibeles, conocida como la diosa madre, la madre tierra conceptuada también como Rea, hija de Gea. Y hay la historia de esta diosa Cibeles que es famosa por sus fuentes, tanto en España como en México, que en épocas remotas fue llevada su estatua en la forma de una piedra tan pesada, que se hundió el barco en el que iba.
Como había una joven de las vírgenes de los templos, cuya integridad estaba puesta en duda, la joven asistió al mar donde se había hundido la estatua de Cibeles y le pidió un milagro para salvar su situación. La diosa le permitió el milagro de secar el mar cosa que podían hacer las jóvenes íntegras y sacar la enorme piedra, salvando al mismo tiempo la representación pétra de la diosa y la buena fama de la joven Claudia. Todo eso se cuenta en El Diccionario de Arte a partir de los Símbolos (Grupo Editorial Tomo S. A. de C. V. México 2000).
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
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