Libros de ayer y hoy
+ Pese a la presión de la embajada de Ucrania que lo llevó a condenar a Rusia, México le niega envío de armas y llama a la distensión.
El gobierno de México como país que se ostenta como neutral, no puede estar a la decisión que se tome en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), porque tiene voto propio que puede ser en contra o de abstención.
Nuestro país debe permanecer neutral en el caso Rusia-Ucrania. Por más apabullante que sea la votación del Consejo, sobre la guerra en Ucrania, la votación no puede ser vinculante. Abandonado Ucrania a las decisiones del mencionado Consejo, aunque muy bien armado por países afines a Estados Unidos, sobre todo de la Unión Europea (UE).
¿Será dicho Consejo el que defina que sucederá en los próximos días? Pero si se lee la Carta de las Naciones Unidas, las decisiones que se tomen no son vinculantes, por más que sean masivas. Así ocurrió con el voto, uno de los más contundentes, para cesar el bloqueo en Cuba. Sin embargo, dicho bloqueo ahí sigue.
De los países que ejercen el veto, solo Estados Unidos no votó a favor en ese caso, pero su abstención ha sido como si hubiera vetado. No prospera. Hasta este momento la decisión de alrededor de 190 países miembros que votaron, ahí sigue.
Ucrania presiona a México, por voto a su favor y entrega de armas
En una descarada intervención en nuestra soberanía, la embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramarétska, estuvo presionando para que nuestro país votara a favor del suyo y últimamente presiona por la entrega de armas. Ese tipo de actitudes debería de ser rechazado por la SRE, pero ante la compleja situación en la que se ha envuelto México, no se ha tomado en cuenta.
Las declaraciones de AMLO de que no enviará armas a la guerra que está en curso y se atendrá a las decisiones del Consejo, deben ser mejor deslindadas. Ha dejado las cosas en manos de Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard. El primero es un tipo práctico y el segundo, por las relaciones cercanas, le tira a pro yanqui. Ojalá nos equivoquemos y no nos vinculen a algo que no ha sido consultado a la ciudadanía.
México estuvo en esta disyuntiva durante la Segunda Guerra Mundial. Al principio Manuel Ávila Camacho pensaba en la neutralidad, pero lo obligaron a definirse y fue entonces cuando surgió el famoso Escuadrón 201, uno de cuyos miembros, el último, acaba de morir. Dicho escuadrón causó molestia al principio en Estados Unidos, lo que no impidió que lo utilizara a su antojo. No participó directamente en la verdadera zona de guerra, sino en escarceos en Japón, a donde lo llevó como parte propia, el mismo Estados Unidos.
Fue una actuación la suya muy breve, regresó a México y se disolvió después. Pero quedó signada su participación en la gran ronda que formaba como puntero la URSS, contra Alemania, ahora en un revés con las vueltas que da la historia: México condenó la ofensiva rusa, en una alianza en la que está metido Alemania.
Si las hostilidades siguen, la ONU podría tomar las armas
La petición de armamento a los países miembros, presagia que la ONU vislumbra una intervención directa si las hostilidades siguen. Hay que tomar en cuenta que, 35 países se abstuvieron en la votación en contra de Rusia y cinco se opusieron; la propia Rusia, Bielorusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea. Entre estos cuarenta países, hay dos que tienen derecho a veto Rusia y China.
Ese derecho a veto que también tienen Francia, Reino Unido y Estados Unidos, les fue conferido en la ONU, por su intervención constante y más directa en la Segunda Guerra Mundial. Si las negociaciones entre Rusia y Ucrania no avanzan, el Consejo de Seguridad podría llamar a ambos contendientes a un acuerdo.
Si no hay resultados, es cuando la ONU tomaría la decisión de intervenir militarmente en el campo de batalla. También reclutará gente de sus estados miembros. La Carta de las Naciones Unidas (dicha Carta y el Estatuto de la Corte Internacional 2015, edición Kindle) fue signada por 51 países en 1945.
Fue el prolegómeno que llevó a la creación de la ONU en 0ctubre del mismo año. Es el documento que contempla todos los pasos que pueden recorrerse en este conflicto del cual Estados Unidos y sus medios afines ha sacado tanta raja. Las mentiras que flotan en el ambiente sobre los que se dicen víctimas de Rusia, tienen no obstante en contra, la argumentación que proclama el famoso dicho: la mentira dura, mientras la verdad llega.
Teresa de Jesús Gil Gálvez
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
