
Reconocimiento de los Sistemas Normativos Indígenas en Oaxaca
Perspectiva Social
– Karina Sánchez
El libro Matar Crónicas desde el infierno, del escritor norteño Carlos Sánchez, es un documento de lo que fue creando un sistema en el ser humano, hasta llegar a los extremos de la negación de la vida. En momentos en que se desbrozan los triunfos y las derrotas de los apabullantes comicios del 6 de junio, se ha dejado de lado el análisis del porqué de las muertes y agresiones en este proceso.
Sería ligero asegurar que era con fines intimidatorios ¿para quién si hubo pérdidas en casi todos los partidos?, si fue la intención del crimen de mostrar su poderío, si fueron casos aislados en los que se aprovechó la circunstancia para ejercer venganzas. Cualquiera que haya sido la situación, evidencia la deshumanización que alcanza todo proceso social en el que hay un interés.
Nochixtlán y la desaparición de los 43 se incluyen por ejemplo en la implantación de una reforma educativa en el pasado sexenio, entre otros hechos que ocurrieron en la intención de privatizar la enseñanza. Pero la negación del ser como tal, del que es eliminado y el que elimina, con la frialdad de lo pueril, es algo más de fondo que se tendría que analizar.
En meses pasados se exhibió el verdadero rostro de los penales del país, varios de los cuales, federales, están en manos privadas. Con informes en la Mañanera y en medios con datos de investigaciones, unos de Animal político de enero pasado, se relaciona íntimamente todo el andamiaje de esos lugares donde se muestra la corrupción del sistema, la avaricia de un sector privado, un entorno de caudillaje delictivo, drogas, prostitución, agresiones, muerte.
O sea, una vinculación de hechos que lleva a la depredación y al hundimiento de los protagonistas, así sea el presidente de la República de ese momento como ocurrió en el 2010 con Felipe Calderón, empresas de alto nivel, autoridades en cárceles y los reos que la sociedad expulsó de su entorno, a veces desde la infancia.
La entrega de la administración y la construcción a veces de los penales, de parte del panista Calderón en contratos sin concurso y licitación que llegan a los 20 años, no mejoraron en nada la anterior administración de esos lugares, pero en cambio generaron grandes ganancias para los que se beneficiaron de esos contratos. Sin haber ofrecido, además, el destino final de una pena: la inserción social del delincuente.
En el 2020 había a nivel nacional 210 mil 287 presos algunos de los cuales quizá se mencionan en el libro Matar Crónicas desde el infierno, (ediciones Proceso 2020). El libro está dedicado al periodista y escritor Javier Valdez, cuyo asesino Juan Francisco “P”, El Quillo fue sujeto a sentencia en estas fechas.
Carlos Sánchez nació en Hermosillo en 1970 y lleva muchas décadas dedicándose al periodismo y lo singular de su oficio es que en buena parte se desarrolla en los penales de Sonora, en especial de los capitalinos. En el prólogo, Javier Aranda Luna señala que el libro de Sánchez es sobre la gente del barrio, los desplazados, la gente del margen, “es un coro de los de los sin nada, de los destripados, de los que perdieron la vida, dicen, para sobrevivir”.
Es tan impresionante su lectura que el también escritor Eusebio Ruvalcaba confiesa en la contraportada que al tratar de releerlo, “las lágrimas nublaron mi vista”. Y es cierto, para leerlo hay que prepararse emocionalmente, leerlo con calma, escuchar como si estuvieran enfrente de nosotros a todos esos expulsados de la vida, aunque aún naveguen en ella cuando cuentan cómo se convirtieron en criminales y descifrar, cuando uno no está enterado, el lenguaje de muchachos que no tuvieron nunca nada y de pronto se lanzaron a la vida a buscar su destino, uno de ellos matar.
Algunos de los entrevistados por Sánchez, mataron un número indeterminado, otros lo hicieron como parte de su quehacer, y unos más empujados por la droga ilimitada que se metían. La mayoría son jóvenes y algunos estaban o están en centros de readaptación. Es un libro excelentemente escrito, que a veces emociona, por los deslices humanos que afloran en los declarantes. Pero en general, está la castración de la vida de la víctima y del agresor, como un instante que se convierte en eterno. Los relatos se interrumpen con pequeños ejemplos:
Dejó de respirar. Me quedé mirándola. Tuve la necesidad de besarla, tenía los labios helados. De a poco fui desenredando el cable del teléfono de su cuello. No me di cuenta en qué momento lo enredé con tanta fuerza, hasta dejarla sin aliento.
(Párrafo que consta en las hojas de un expediente).
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
Con once gubernaturas ya cimentadas, la mayoría simple en la cámara de diputados, casi el control total de los distritos en el sureste y todos los triunfos que se le adjudican de los miles de puestos que se votaron, nadie puede negar el triunfo de Morena.
En la misma medida que se reconoce el avance de los opositores producto también de un alzamiento en movilización, aunque se siga viendo como la búsqueda de un regreso que no tiene una justa carta de presentación. El pasado pesa.
Hay que pensar, además, que nada es perfecto a nuestros deseos, nada se acomoda a lo permanente. Pero mucho queda de lo que se predica y se concreta en actos. Los triunfos indiscutibles de Morena en estas elecciones del 6 de junio son parte de una lucha de muchos años y décadas.
Algunos le dan el beneplácito total a Andrés Manuel López Obrador, pero él mismo es un integrante de esas luchas múltiples de gente, que se vienen arrastrando de siglos y que no cambian de nombres, la justicia, la igualdad, los muchos derechos que se han demandado y que ahora están reconocidos.
Lo que queda en la triste historia de estos comicios es la violencia que se ensañó contra funcionarios y candidatos. Violencia y muertes que evidencian un pasado que dejó su huella y del que los que ahora resurjan, tendrán que responder.
En los resultados de la elección en alcaldías, pesa el voto injusto a la actual jefatura de la CDMX, sin que se midieran en esa expresión los muchos avatares por los que ha pasado esta zona del país, el golpeteo violento de la pandemia, más grave que en la mayoría de las entidades y la apabullante población que abusivamente se suma la que manda el Estado de México.
Hubo ineficacia quizá en algunas alcaldías, pero la pérdida de varias de ellas es alerta que ha puesto a Morena en el terreno de la discusión. A todas las fuerzas contendientes las signó el tipo de voto que más se ha extendido en los comicios mexicanos, el voto fiel, llamado voto duro, el útil que privilegia lo que se considera mejor de acuerdo a la concepción del votante y la medida de partido y sus candidatos y el volátil de un elector utilitario que solo busca lo bienhechor de un mecanismo del que no está muy convencido.
A medida que los días pasen se irán analizando desde muchas perspectivas y vertientes los resultados masivos que dio esta elección. Y habrá que ver si esa unidad tan extraña que se dio entre el PAN y el PRI sobre la cual no debería sorprender por sus muchas coincidencias, se prolongará ahora que tienen otro pedazo de pastel. Y si la actual dirigencia del PRI, cuyo dirigente Alejandro Moreno Cárdenas que está sometido a investigación continuará al frente.
Hay dudas si los que se fueron verán la forma de incrustarse de nuevo. Si el PAN continuará en la defensa de personajes cuestionados y señalados por la ley como Cabeza de Vaca y la presencia ignominiosa de Felipe Calderón.
¿Qué pensaría Ramón López Velarde si supiera que su estado estará en manos de Morena? Los anocheceres fríos que suele causar la lluvia de junio, fueron los que causaron quizá, aquella terrible pulmonía que llevó a la tumba al poeta de Jerez, Zacatecas, el 19 de junio de 1921.
Hace pues, cien años que murió el autor de la Suave Patria, narrador, cuentista, que solo tenía 33 años. Como un augurio había escrito su poema 33, una premonición de que moriría a la edad que se le atribuye a Cristo.
A partir del 7 de junio, el Colegio Nacional, rinde homenaje al poeta, que durará hasta el once este mes en el que participarán destacados poetas y escritores. El acto está presidido por el escritor Vicente Quirarte.
Recuerdo que por allá, en la época de Echeverría, se le quiso denominar a López Velarde, el poeta nacional como en otros países, con Pushkin en Rusia, Rimbaud en Francia, Boccaccio en Italia, Burns, en Escocia, etcétera, pero Quirarte es enfático.
Decir que es poeta nacional es limitarlo porque él es algo más. Lo califica en ciertos sentidos como un poeta universal “Y es un poeta que va más allá del rescate de los temas provincianos. Da a la provincia su lugar universal que le corresponde, pero además descubre esto que planteó Villaurrutia: las ondulaciones de la conciencia humana entre el deseo y la realidad, entre la pasión en espíritu, entre la carne y el alma. Ese enfrentamiento hace que su poesía sea tan atractiva y revolucionaria”.
Por varios días y quizá por todo el año, el espíritu del hombre que enalteció tanto a la patria con su poesía, nos acompañará. Bella y brillante compañía, en el año que ha sido señalado como el de la Independencia. Hoy, dos versos alternos de
Fuensanta: dame todas las lágrimas del mar. Mis ojos están secos y yo sufro unas inmensas ganas de llorar. Fuensanta: ¿tú conoces el mar? Dicen que es menos grande y menos hondo que el pesar. Yo no sé ni por qué quiero llorar: será tal vez por el pesar que escondo, tal vez por mi infinita sed de amar.
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
Finalmente, después de varios meses y las más diversas contradicciones políticas, los comicios más nutridos de todos los tiempos en México enseñarán sus resultados. Aunque se nota efervescencia, ha aumentado la inmunización en vacunas y descendido en algunos estados el ataque del virus, se ignora cuál será la reacción de los votantes.
Se adelanta no obstante como positiva, ya que se guardarán todas las medidas de salud. Serán 93 mil millones 984, los votantes convocados, de acuerdo a la inscripción del Padrón Electoral, que tiene el INE y están en juego 2 mil 415 cargos, que algunos reducen a cerca de dos mil.
La Presidencia de la República ha señalado que hay paz en el país, que se anuncia una jornada electoral tranquila y que se espera, asimismo, limpieza en la elección. Son palabras tranquilizadoras, aunque las amenazas que privan tienen inquietos a millones.
La palabra anulación pronunciada por el propio consejero presidente del INE Lorenzo Córdova, amenazas de denuncias de la oposición en todos los puestos, quejas permanentes ante el INE, las muchas irregularidades que dejó pasar ese instituto para centrarse en Morena, crean incertidumbre.
Pero en general, las diversas corrientes se están sumando para pronunciar a favor de sus propios intereses la frase: ¡A VOTAR!
La mayoría de las críticas sobre las campañas coinciden en la sequedad de las propuestas, en la poca profundización de los problemas del país y en la búsqueda de un voto que siga encaminando a los mexicanos a un mejor entorno.
Lo que destacó en esta tumultuosa campaña, como también tumultuosos son los puestos en oferta, fue el enfrentamiento entre las partes, ampliadas por una oposición que estuvo utilizando medios que les son afines y tuvo la concurrencia ilegal, y abusiva del Instituto Nacional Electoral (INE) puesto en su lugar de la manera más estricta, por el editorial de La Jornada el 3 de junio.
Pero hubo unos que se pasaron de tueste con campañas agresivas en las que involucraron a sus propios orígenes y mandantes políticos. Unas fueron las feministas de siempre, la que pelean en las marchas, al promover la campaña votar por botar, a un poder que indudablemente no quieren porque prefieren a los anteriores, en los que la situación de las mujeres estuvo peor.
Otro caso que llamó la atención y que aparentemente puede no estar conectado con las elecciones es el de los normalistas. La detención de los estudiantes de la normal de Mactumactzá fue tomada por enemigos del régimen, entre ellos del ejército zapatista, para recalcar acciones contra los normalistas de los estados de Puebla y Chiapas.
Las necesidades que arrastran los jóvenes han hecho crisis desde hace años cuando se trató de destruir las normales en el gobierno de EPN a través del secretario de la SEP Aurelio Nuño. Fue entonces cuando desaparecieron los 43 de Ayotzinapa.
El asunto tratado por un comentarista cercano al zapatismo sirvió para señalar directamente a los gobiernos de Chiapas y Puebla en ese afán del uso de las generalizaciones para denostar y hundir, que es muy común de esos grupos. El asunto se volvió político en plenas elecciones, con la intención clara de ataques directos a los gobiernos de Morena.
Loa sacerdotes que llamaron a “votar contra el poder”, no solo violaron la Constitución, y al tratar de vulnerar a un poder legítimo, involucraron a su propia iglesia, la católica, una religión en la que tal vez miles de los que están en Morena rinden culto o mantienen respeto por sus creencias.
Una iglesia que está vinculada a un país extranjero, el Vaticano, con el que se mantienen relaciones respetuosas, pese a su intervención directa al considerar miembros de su grey e imponer títulos externos a los clérigos mexicanos. Es algo que la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) debe responder.
Los sacerdotes Ángel Espinoza de los Legionarios de Cristo y Pedro Pablo Elizondo de Chetumal, llamaron a no votar por el actual gobierno, llevados de la sugerencia del ex cardenal derechista Juan Sandoval Iñíguez que advirtió que hay peligro de que se instale la dictadura. A ellos se sumó el rector de la Universidad Pontificia de México Mario Ángel Flores, según datos publicados el 3 de junio.
Los mencionados hablan desde su contexto religioso llamando a enfrentar al partido que está en el poder; están convocando a votar contra un proyecto que fue votado por 30 millones de mexicanos generando directamente la división, al contrario de altos prelados que estuvieron convocando a la unidad.
Siempre se conoció en el pasado la relación estrecha que la CEM mantenía con los gobernantes en turno, no exenta de reciprocidades. Carlos Salinas les reformó el artículo 130 constitucional en plena connivencia con los dirigentes católicos.
Las invitaciones de papas que tenían fines políticos, fueron armadas también en los senos familiares como lo sostiene el escritor Rafael Loret de Mola en su libro Galería del poder. Ha habido pues, una relación estrecha en un país en el que se contempla el laicismo en el artículo Tercero Constitucional.
Pero el ex abrupto de los clérigos publicado en medios (La jornada, 3 de junio 2021, página 3), rebasa cualquier violación.
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
Cambios se avizoran en México tras los próximos comicios y todos pueden ser positivos, para la gran ciudadanía. Las encuestas advierten del control de la cámara por Morena, pese a la incisiva información de la derecha, que propaga un fracaso. Por otra parte, la noticia de que el Papa Francisco lanza la penalización, finalmente, contra la pederastia, dio la vuelta al mundo e hizo respirar a muchos.
Pero hay una falla de origen, fundamental, que no se contempla en esa decisión: la permanencia del celibato. Los argumentos vaticanos, muy terrestres, se lanzan contra los apetitos enfermizos de sus sacerdotes y laicos cercanos, que conducen a graves delitos, pero parte del origen de esa situación, que atenta contra las leyes de la naturaleza, no se tocan.
La decisión que en el fondo tiene mucho que ver con la intervención de autoridades romanas y de otros países, en la penalización de pederastas eclesiales, pretende reducir al ámbito del único estado religioso, esas sanciones. Lo señalan incluso en sus informaciones.
Los escándalos mundiales de violaciones de menores, sobre todo en seminarios, de monjas y de adultos, obligó al jefe del papado a tomar esa decisión y reformar el Código de Derecho Canónico que había sido modernizado en 1983, pero sin cambiar la obligación del celibato, por Juan Pablo II. La penalización se extenderá a la agresión en contra de adultos
Los orígenes del celibato católico impuesto como reglamento en la iglesia católica, tienen origen en las posturas del que consideran su Mesías, Jesús de Nazareth, personaje que según la historia del cristianismo, guardaba la castidad de su persona.
La imposición de esa obligación a personas ligadas directamente a la iglesia católica, desde humildes curas, hasta elegantes purpurados, se origina en los Concilios de Letrán de 1123 y 1139, que impusieron la castidad a los clérigos, con la prohibición de casarse y no tener relaciones con concubinas.
La restricción no ha sido eficaz si se conocen las violaciones de monjas, los fetos encontrados en los conventos y el caso de la pederastia que siempre existió pero ahora se exhibe como un crimen que ha destruido muchas vidas.
El celibato no es un dogma ha dicho el mismo papa Francisco, es un reglamento. El primero no puede modificarse, el segundo sí. Tal vez los cambios que se anuncian en torno al código canónico sobre las agresiones sexuales de los que deberían de ser maestros del ejemplo, sea un prolegómeno para cancelación de esa imposición que conspira contra natura.
Ya hemos mencionado en otras ocasiones al gran escritor William Wilkie Collins, considerado como el verdadero creador de la novela policial, origen que se le adjudica a Edgar Allan Poe. En el libro El hombre de negro (Ediciones bronce 1998) hace una profunda crítica a la iglesia católica y la presión que ejerce con triquiñuelas, para recuperar grandes extensiones al someter a creyentes.
En esa obra, Collins critica el celibato que por los años setenta del siglo XIX era motivo de rechazos y aversiones de los propios sacerdotes. En épocas modernas se observa lo mismo con los curas casados con hijos que abundan en Europa.
Las obras de Collins, las más famosas como la Piedra Lunar y La dama de blanco, cubren todas las referencias del género, en una etapa de Inglaterra en la que predominaba el genio conservador de Charles Dichens.
Las posturas de Collins, critico de instituciones, lo colocaban como un defensor social, pero pagó cara su larga trayectoria de escritor, con la acechanza conservadora que pretendió anular su genio. En obras finales, en los últimos años de su vida, el público se mostraba reacio, por su insistencia en esa crítica.
Pese a ello escribió 27 novelas, 60 relatos y más de un centenar de obras y artículos de no ficción. La dama de blanco ha sido una de las más representadas y llevadas al cine en su país y en otros países. La última representación en opereta, fue en Londres en el 2005, puesta en escena por el controvertido Andrew Lloyd Weber. De acuerdo a biógrafos, otra gran escritora inglesa Dorothy L. Sayers, decía que La piedra Lunar de las preferidas de Borges, ha sido la mejor novela “jamás escrita”. Collins murió en 1889.
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
El conocimiento, si no transforma no sirve. Acumular títulos, nombramientos y una currícula larga y tendida, sirve para el regodeo autobiográfico o para que los periodistas que quieren resaltar los méritos de su entrevistado, se den vuelo con sus haberes.
Falsa concepción cuando ese conocimiento no ha sido puesto a disposición de quien pagó estudios y sacrificó a otros sectores para pagar universidades, maestrías, doctorados o envíos al extranjero. Y ese que pagó y dio becas, es el pueblo. Y éste, hay que reconocer, no lo hace gratuitamente. Lo hace para recibir la compensación que justamente merece.
El resultado expresado en esa alta preparación es con el fin de que sirva al resto de la población. No es una selección al desgaire, aunque en algunos organismos que la hacen, privilegian a amigos o a familiares. Es la búsqueda de invertir en privilegiados, en un conocimiento que será invertido más tarde.
En la inversión pública hay un oportunismo valioso que intenta arropar talentos para que esa inversión fructifique. Los resultados pueden ser de todo tipo y tiene mucho que ver con el estado que hizo la inversión.
Aquellos científicos que creó el nazismo sirvieron para mostrar la eficacia de los hornos crematorios y la utilización de las partes físicas, para los experimentos más inhumamos, entre otros horrores.
Países de tiempos más cercanos, Cuba por ejemplo, han utilizado esos conocimientos para desarrollar su ciencia, su educación y la salud, y que ahora se enfrenta al daño por los avatares de un bloqueo que se extiende a las vacunas.
Lo inhumano de los que bloquean, es el mundo de los poderosos que quisieran desaparecer a partir de la negación, de la lucha en la que está inserto el conocimiento. Eso se veía en los viejos regímenes, como el feudal, en el que se conservaba a los siervos analfabetas y en el caso de las haciendas en México, en donde los peones eran iletrados porque así le servían más al hacendado.
Gabriel Zaid un importante escritor y poeta regiomontano (La poesía en la práctica 1985), salió del escondite en el que ha estado durante décadas no solo al negar su rostro y su palabra hablada, sino con la actitud defensiva a quien viole esa decisión.
El gran fotógrafo Pedro Valtierra artista de altos niveles, reconocido a nivel internacional, publicó una fotografía de Zaid en 1993 y ardió Troya. El originario de Monterrey lo demandó e hizo un escándalo.
Ahora salió para llamar a no votar por Morena, pero si hacerlo en las urnas para impedir “vía libre a Morena”. Lo hizo en un artículo publicado en el diario de derecha Reforma. El valor de algunos intelectuales que México ha tenido se ha manifestado en muchos aspectos de la ciencia, la economía, la literatura el arte, entre otros.
Varios nombres luminosos nos deslumbran desde el pasado y actualmente, premios Nobel, escritores, poetas, científicos. Pero hay sectores que se han acogido a grupos, a un intelecto porfiado de dar cátedra para enfrentar proyectos a los que no apoyan.
Lo vemos en el caso del grupo de Letras Libres y Nexos, ahítos de premios y menciones, pero alejados del pueblo mexicano. Sectores desde donde se ha creado una embestida permanente contra el actual proyecto de la 4T, que ha llegado incluso a los insultos. Y que ahora pretenden con la fuerza de sus nombres un tanto averiados, llamar a la insurrección del voto para confirmar sus intereses. No los del pueblo. O la concepción de pueblo que ellos tienen, el que acunó generoso su vida lujosa y que quieren que todavía lo siga haciendo.
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
¿Quién le pagó a The Economist para publicar la imagen contra el presidente Andrés Manuel López Obrador? ¿Por qué el INE sigue callado cuando la agresión de The Economist está ligada al proceso electoral?
Una foto se lanza al mundo de manera sesgada, de un presidente al que se califica de falso Mesías. Lo sesgado es completo, primero porque esa foto no se lanzó totalmente en el medio europeo, sino porque se acomoda en un país en donde pretende influir en resultados comiciales.
¿La idea era poner énfasis en la palabra “falso” involucrando otras extensiones o en “Mesías”, en un país en el que alrededor del 86 por ciento se dice católico? La frase es ofensiva al usar la palabra falsa y se presta a muchas impugnaciones ante un medio que tendrá que probar en donde está la falsedad en torno a un Mesías que no existe como tal.
El gran problema legal del derechista medio inglés es que se lo atribuye directamente a un personaje real, a un hombre que fue altamente votado en su país y que acaba de ganar encuestas como el presidente más reconocido de los anteriores gobernantes.
Profundizando en la denominación, los que la usaron parten de una concepción retraída en torno al concepto Mesías. Si se le atribuía a AMLO, ¿comprobó él medio que AMLO se cree eso o que acuñó una imagen a partir de caracteres que lo identifiquen? Si se sigue el origen de esa adjudicación, han sido otras personas las que la han creado, el intelectual de derecha Enrique Krauze entre ellos, que le puso Mesías tropical y otros que han derivado calificativos.
Si AMLO no asume esa característica, quienes le dicen Mesías están mintiendo; los de la falsedad son ellos y tienen que asumir su responsabilidad. Los que en el país se solazan en ese nombre y lo restriegan tienen que ser señalados como difamadores o calumniadores por los organismos correspondientes que están en contra del racismo y de la discriminación.
La iglesia católica que se ha quedado callada en esta polémica, debería intervenir porque se toma el nombre de uno de sus conceptos religiosos, con fines aviesos. The Economist maneja el nombre Mesías, con fines utilitarios.
Si se parte de la definición del Mesías como el ungido, el que dará justicia y paz, a México se lo han ofrecido por décadas. Si se leen todos los discursos priístas y panistas, las promesas de campaña, no hay diferencia con los sermones que, en las sinagogas modernas, llámense iglesias, capillas o catedrales, repiten la anunciación de un ser extraordinario que dará la salvación.
Daba risa escuchar a los Fox o Calderón agarrados de la entelequia para profanar la esperanza de la gente. O de Peña Nieto sobre cambios futuros mientras rebosaban sus campañas los millones de dólares de Odebrecht o las tarjetas de Soriana. Lean esos discursos en las épocas de Díaz Ordaz y Echeverría, para percibir en que consistía la anunciación. Las iglesias descendientes del rey David tienen concepciones diversas del Mesías que algunos están esperando desde hace más de dos mil años. El judaísmo es el que habla de un falso Mesías, porque no cree que Jesús de Nazareth lo sea.
Eso ha provocado serias diferencias entre religiones. Pero los falsos profetas que siempre han existido y los dioses que incumplen están en las historias, en los libros y sobre todo en la poesía ¿Quién no leyó en su niñez “El cristo de mi cabecera” (Declamador sin maestro, editorial Época 1972) de Rubén C. Navarro, el poeta que jamás fue escuchado en su desgracia?
Aquí el final de su poema: Hoy que por la fuerza del dolor, vencido, busco en el silencio mi rincón de olvido, mustias ya las flores de mi primavera triste la esperanza y el encanto ido: rota la quimera, muerta la ilusión, ¡Ya no rezo al cristo que jamás oyera los desgarramientos de mi corazón!
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
¿Que está preparando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -TEPJF-, para tratar de esquilmar apoyado por el INE a Morena, el 6 de junio?
El anuncio de sanciones jurídicas a AMLO, por supuesta propaganda electoral, suena a amenaza. Cosa que no debería de ocurrir en un tribunal. Para eso están las leyes y sus consecuencias a la orden y conocimiento del ciudadano.
El poder Judicial de la Federación se ha creído eso de que este siglo debe ser el suyo. Se ha dicho que el siglo XIX fue del poder legislativo. Recuérdense las muchas constituciones que poblaron al país desde 1824, las disquisiciones que aún perviven, de grandes juristas, las leyes de Reforma que sorprendieron al mundo -y a la iglesia católica, je je-.
Después ese recuerdo se insertó en el pasado desde 1917 y un convulsivo siglo 2020, pasó a ser del ejecutivo. Motivos hubo muchos para creer lo anterior ante el predominio de un poder ejecutivo que al ser deslindada la Revolución por un grupo poderoso, se dejó llevar por la unicidad de un personaje que era todo, monarca, tirano, déspota, dictador, enfermo mental en algunos casos. Las anécdotas de los presidentes mexicanos están a la vista.
Mientras eso pasaba, los pobres jueces permanecieron como seres secundarios solo autorizados desde el poder central, para resolver asuntos del ejecutivo, estar atenidos a la consigna y resolver algunos casos ciudadanos para mantener el poder.
Hubo algunas excepciones de grandes jueces, personajes que se asomaron a las universidades y dieron cátedras sobre los valores auténticos del derecho. A veces gritaban en el desierto, como suele ocurrir con los buenos maestros de periodismo que suelen insistir que el periodismo no debe ser un instrumento al servicio de intereses económicos, sino para el bien del pueblo. Ambos conceptos el derecho y el periodismo se equiparaban en los valores de esos grandes juristas e informadores. Vana ilusión.
Las personas morales no tienen humor, pero en ese caso el humor de los magistrados del TEPJF tan inconstante, las suplen. Los cambios de esos señores, avasallados por largo tiempo mientras no hay comicios, se yerguen en un protagonismo lleno de vericuetos que la opinión pública ha comprobado con decisiones que en pocos días variaban, sobre todo cuando se referían al INE y sus dependientes, los partidos.
Estaba claro que en los casos había el entresijo verbal de los amos del INE que convencían a los señores de la Corte. Al día siguiente sus decisiones eran diferentes. Es cierto que en la Sala Especializada del tribunal puede haber cambios, pero que toda la magistratura coincida cuando se sabe que andaban agarrados del chongo y trascendía, suena muy raro.
El caso del informe de AMLO de marzo pasado que avaló la sala mencionada, fue revaluado por los magistrados del TEPJF y desechado. Se anunció sanción jurídica para AMLO que suena amenazante. El jolgorio cundió entre los que se sienten ya maniatados en este momento ante los resultados electorales y hubo columnistas que en franca sugerencia al tribunal señalaron que a lo mejor el caso podría actuar “como fundamento contra Morena para demandar la anulación de ciertas elecciones estatales”. Más claro no canta el gallo de los intereses periodísticos sugeridos, que hasta dicen cómo.
Las reformas a las normas de la judicatura en cuya elaboración participó el Consejo de esa judicatura presidido por Arturo Zaldivar ya se conoce por lo tanto en la Corte. Después de las elecciones vendrán los cambios en los organismos autónomos, entre ellos el INE.
¿Funcionará el amparo que tanto se ha visto últimamente, para las reformas judiciales y boicoteará a su propio Consejo diseñador de los cambios? La lógica dice que no. Pero esos cambios cuyas estructuras deformes se fueron agudizando con el tiempo, se mencionaron muchas veces, en libros incluso. El que algunos amparos hayan sido resueltos el mismo día y en forma definitiva da una idea de lo que está atrás de los intereses tanto de los demandantes como de los jueces.
Es cierto que hubo juristas, uno de ellos el ex ministro ya fallecido Juventino V. Castro, que propusieron que el amparo funcionara no solo a nivel individual, sino que desde el principio se hiciera extensivo a los que estaban en la misma situación. En su libro Hacia el amparo evolucionado (Editorial Porrúa 1971), sostiene en la propuesta 7 de sus conclusiones que ante violaciones de garantías individuales debe autorizarse una acción colectiva, debidamente legitimada por interés general, que permita la defensa de la sociedad o de los grupos desprotegidos...”
Los amparos recientes que se hicieron extensivos para grandes empresas que usufructúan los recursos de la nación, desde luego no entrarían en esa definición. Algunos juristas como el prologuista del libro Emilio O. Rabasa y en su momento Ignacio Burgoa, consideraron, “extremas” las propuestas de Castro de otorgar efectos erga omnes en aquellos casos.
¿Qué pensarían ahora, si vieran los efectos erga omnes que el juez Juan Pablo Gómez Fierro otorga a los ricos del país y a algunos extranjeros?
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
Colaboradora desde enero de 2017.
La terrorífica decisión que tienen los condenados a muerte en Estados Unidos de escoger la forma de morir, es de lesa humanidad. Junto con la pena de muerte que un estado al no ser dueño de la vida de sus integrantes no puede aplicar, el decidir la forma de morir es una burla brutal a todos los derechos humanos. Esos seres están ante la vieja frase del poeta, si saltas pierdes y si no, perdiste. No hay salida para ellos, solo escoger lo que les acomode.
En un mundo en el que 56 países aplican la pena de muerte y 28 la han pospuesto, las doctrinas humanistas no han logrado penetrar aún en el afán de venganza de gobiernos y sociedades, mientras paradójicamente la muerte externa dolosa se agudiza cada día.
Es cierto que muchos países en el mundo han cancelado o pospuesto la pena capital y que en Estados Unidos ya son 21 estados los que se han reprimido, todavía había en el mundo hace año y medio, con datos de CNN, 26 mil 600 condenados a muerte que esperaban su aplicación.
En el Caribe llama la atención que Cuba mantenga esa sanción y que en las mismas condiciones estén todos los países de ese entorno. En América del sur, hay un bamboleo macabro entre los tipos de delitos, por lo general graves, que ameritan su aplicación, según leyes y juzgadores. México, que dejó de aplicarla desde 1961, la eliminó constitucionalmente hasta 2005.
La opción que acaban de poner a los condenados el estado de Carolina del sur para decidir la forma de morir, en la silla eléctrica o pelotón, ha exhibido el bajo grado de humanismo que existe en los países que se dicen democráticos como el del norte o que profesan religiones muy acendradas como Irán.
Aparte de Carolina del sur, en Estados Unidos hay otros estados que están presentando la opción de escoger como morir a sus reos. Al contrario de Nueva Hampshire que abolió la pena de muerte por cuestiones morales.
En un encuentro sobre el tema en 2010, la penalista Olga Islas académica de la UNAM, hizo un recorrido sobre esa pena en México, tratada en diferentes códigos penales de los estados, sobre todo, el primero de ellos, en Veracruz en 1835 y puso énfasis en el llamado código Juárez, federal, de 1871, en el que legisladores consideraron la pena de muerte ilegítima injusta, no ejemplar, irreparable e innecesaria. Pese ello, por las condiciones que vivía el país, se introdujo en la legislación.
Lo mismo ocurrió con la Constitución de 1857. Lo que llama la atención es la sensibilidad de algunos legisladores al rechazar desde entonces ese mecanismo fatal, y considerar lo poco que significa a la hora de desterrar el delito. Lo mismo que ocurre con las penas muy altas.
Se consideraban en todo caso delitos muy graves como traición a la patria en tiempos de guerra. Los protocolos posteriores a los que se adscribió la ONU y que también menciona la jurista, son tajantes respecto al uso de esa sentencia y en muchos casos, incluyendo algunos que se crearon en convenciones americanas y que tiene en su poder la OEA, son determinantes al prohibir a “sus estados parte...” aplicar la pena de muerte.
Los condenados a muerte, no son otros sino los que la sociedad expulsó de sus dones, seres que se vengaron conscientes o inconscientes de un sector que los orilló. Los humanistas siempre han sostenido que la mejor forma de eliminar el delito son la justicia y la igualdad. La ausencia de corrupción. Los millones de seres que en el mundo no han encontrado esos factores, son también condenados, por la pobreza, las enfermedades, el desprecio.
En México, los miles de muertes que produce el crimen son parte de esa iniquidad y corrupción. Con 70 millones de pobres que dejaron los anteriores gobiernos, muchos de los cuales han caído en las garras del virus, otros fueron condenados a muerte sin ser juzgados, por su propia condición empobrecida.
La justicia no entra, pues, a través de la ejecución sea por silla eléctrica, paredón o inyección fatal cuando se puede. Sino con acciones que hagan equitativa la vida del ser humano. Al referirse a la muerte, sus muchos avatares y destino del ser humano, irremediable, José Gorostiza, el poeta y diplomático tabasqueño (1901-1973) lanzó su gran poema, Muerte sin fin en 1939 (Fondo de Cultura Económica, Edición Tezontle 2001). Aquí, una de sus partes:
Lleno de mi, sitiado en mi epidermis por un dios inasible que me ahoga mentido caso, por su radiante atmósfera de luces, que oculta mi conciencia derramada, mis alas rotas en esquirlas de aire; mi torpe andar a tientas por el lodo.
Nací en La Colorada, Sonora, estudié en la Universidad de Sonora que me dio mención honorífica por mi tesis La libertad de prensa en México. En la UNAM hice estudios de maestría en Ciencias penales. En medios sonorenses trabajé, desde la adolescencia, en los más importantes del estado y en julio de 1972 salí en un tren hacia la gran capital, donde he trabajado en medios importantes, diarios, semanarios y revistas, con breves retiros al mundo entre ellos una corresponsalía en España.
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