Tras los acontecimientos sangrientos del fin de semana en San Juan Copala, donde perdieron la vida tres indígenas triquis y otros dos resultaron lesionadas durante una nueva emboscada, el secretario general de gobierno, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, admitió que “no hay visos de solución” para el añejo conflicto entre las organizaciones contendientes.

“Si las partes no cooperan, de nada sirve la voluntad del Gobierno”, opinó el funcionario estatal. “Siempre ha sido lo mismo, un muerto de un grupo, dos de otro… ese es el problema, el cuento de nunca acabar”, justificó.

Insistió en que es muy difícil que se alcance la paz porque las partes no han mostrado un verdadero compromiso.

“Intentamos nombrar un comisionado de paz, teníamos todo listo; sin embargo, es muy difícil”, subrayó.

Rechazó, sin embargo, que se viva en un estado de ingobernabilidad ante los hechos sangrientos de los últimos días.

Refirió que el primer levantamiento indígena en los triquis se registró en 1938, de ahí que “no es cosa nueva”.

¿Y el asesinato del dirigente sindical?, lo cuestionaron los reporteros en relación con Tomás Matus, secretario general del Sutcobao.

–Bueno, son hechos que no generan desestabilización; vamos, son homicidios que deben estarse investigando, que deben verse las causas.

Luego volvió al tema de los triquis y dijo que “se han hecho intentos” para sentar a las agrupaciones a la mesa del diálogo, pero no quiso precisar qué actores son los que se resisten a las negociaciones.

Sólo dijo que deben ser las partes en disputa (MULT, Ubisort y MULTI) las que necesitan aportar sus voluntades para lograr la paz.

Afirmó también que son las propias organizaciones sociales las que se resisten a que entre el Ejército Mexicano y las corporaciones policiales a la zona, porque “les preocupa mucho como lo han manifestado por medio de pintas en la ciudad, como sucedió luego del homicidio de Anastacio Juárez hace unas semanas”.

El encargado de la política interna de la entidad descartó que grupos políticos pudieran estar generando mayores conflictos entre las agrupaciones, porque “hay voluntades que se resisten a buscar mecanismos de paz”.

Martínez Ramírez, ex procurador de Justicia del estado y ex ombudsman estatal, insistió en que “para solucionar el problema de los triquis se requiere diálogo y más diálogo, por lo que van a insistir en crear las voluntades (sic) y convencer a la gente de la región de que la violencia sólo lleva a más que violencia”.