El gobernador Ulises Ruiz Ortiz aseguró que no es un asesino, que durante su sexenio que concluye este 30 de noviembre actuó de buena fe, que no se arrepiente de nada y si hubo errores fue porque “soy humano”.

En entrevista colectiva, al término de su informe este miércoles sobre “Infraestructura para el desarrollo” –trasmitido en vivo por la Cortv desde el Museo del Palacio–, dijo que sus acciones siempre fueron “pensando en el bienestar y desarrollo de los oaxaqueños”.

“Si en esta actuación cometí errores, soy humano; es de humanos esto, pero nunca fue con la intención de lastimar a un oaxaqueño, de lastimar a un grupo”, dijo en defensa de su papel como titular del Poder Ejecutivo estatal, de diciembre de 2004 a noviembre de 2010.

A 20 días de entregar el poder al nuevo gobernador, Gabino Cué Monteagudo, surgido de la oposición a su partido, el PRI, Ruiz Ortiz pidió esperar el juicio de los oaxaqueños.

No obstante, atajó: “Asesinatos yo no cometí. No soy asesino. Si en el camino de mi gobierno hubo enfrentamientos por conflictos por límites, que generan este tipo de situaciones en todos los gobiernos, pero no es mala intención de un gobierno hacer estas cosas”.

Argumentó: “Yo tenía un mandato constitucional; decidí enfrentar problemas y rezagos que no se habían enfrentado en el estado, toqué intereses importantes, intereses creados; eso provoca reacciones, señalamientos y deterioro de la imagen, pero siempre pensando en Oaxaca”.

Las comparaciones

Así, el último gobernador emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras 80 años de gobiernos ininterrumpidos, hizo un balance fugas de su conducta política y de gobierno fundamentado en las comparaciones con los últimos dos gobernantes emanados del tricolor:

De entrada señaló que las estadísticas y los números serán el sustento de los oaxaqueños para valorar su gobierno.

Luego dijo que se va satisfecho, aunque reconoció que le hubiera gustado contar con más presupuesto, porque todavía hay pendientes en materia de atención a la marginación y pobreza.

Indicó que lo propuesto en su Plan de desarrollo no sólo se cumplió, sino que se rebasó, por lo que el salto cuantitativo y cualitativo que dio Oaxaca se refleja en las cifras y en las obras.

Citó como referencia la deuda que dejó Diódoro Carrasco Altamirano hace dos sexenios, por 700 millones de pesos con un presupuesto de 13 mil millones de pesos, en tanto que su antecesor, José Nelson Murat Casab, endeudó al estado por 800 millones de pesos, con un presupuesto de 23 mil millones de pesos.

Comparó a su administración que dejó una deuda similar en porcentaje por 1 mil 400 millones de pesos, pero con un presupuesto de 48 mil millones de pesos.

Insistió en que hay una diferencia importante entre los sexenios anteriores y el suyo, lo que permite que las finanzas sean sanas y que la deuda sea bastante manejable:

“Diódoro dejó 800 millones de pesos de patrimonio del estado, Murat dejó 1 mil 600 millones de pesos de patrimonio y mi gobierno va a dejar cerca de 10 mil millones de pesos de patrimonio del estado”, comparó.

Además, agregó, se tiene una “excelente calificación” del estado, lo que permite utilizar mecanismos de financiamiento que son legales, que son aplicables y que dan posibilidades de construir infraestructura ante las carencias de presupuesto.

Obras que son amores

Acompañado por su secretario de Obras Públicas, Armando González Bernabé, además del presidente del Congreso estatal, Herminio Cuevas Chávez; el senador Adolfo Toledo Infanzón y el diputado federal Emilio Mendoza Kaplan, el Mandatario estatal dijo que es “histórica” la inversión de su gobierno en materia de obra pública.

Explicó que sólo en materia de comunicaciones y caminos se invirtieron 21 mil 645 millones de pesos.

Detalló que al reducir áreas del gobierno y aplicar recortes de recursos se pudieron realizar más obras públicas, por lo que Oaxaca es uno de los tres estados que mantuvieron crecimiento en el 2009, durante la pandemia sanitaria con motivo de la Influenza, mientras que otros 29 estados estaban decreciendo.

Refirió que en el último año de gobierno de Murat se destinaron cinco millones en el total de la inversión para el sector turismo.

Y “nosotros en el primer año de ejercicio, en el 2005, invertimos 138 millones de pesos tan sólo en promoción y en quienes se dedican a esta actividad para que asistieran a las principales ferias nacionales y del mundo”.

Añadió que en materia de obras que tienen que ver con el turismo, hubo una inversión sin precedente en el rescate descentro histórico, con la desconcentración de oficinas administrativas y la súper carretera a la Costa que permitirá consolidar el corredor turístico en una de las industrias (la turística) que genera más recursos a nivel mundial.

Recordó que “las inversiones relativas al sector turístico habían estado frenadas durante muchos años por la falta reconexión de la carretera con el centro del país”, lo que ahora se convertirá en el principal mercado en el estado.

El “gran pendiente”

Ante los asesinatos de líderes sociales y agrarios, Ruiz Ortiz, respondió de inmediato:

“Asesinatos yo no cometí, no soy asesino… hay enfrentamientos, problemas sociales, conflictos por límites que generan violencia en todos los gobiernos”.

Sobre el conflicto sociopolítico del 2006 y 2007, cuando lo que inició como un plantón de la Sección 22 del SNTE se convirtió en la APPO, conglomerado que exigió su dimisión durante siete meses, Ruiz Ortiz se limitó a decir que “fue un problema del cual Oaxaca salió adelante” y pidió “esperar el juicio de los oaxaqueños”.

Reconoció que su gran pendiente en materia de conflictos sociales es la disputa violenta inter étnica entre las organizaciones sociales MULT, MULTI y Ubisort, enfrentados en la zona triqui del estado por el control de San Juan Copala.

Aclaró, sin embargo, que este problema le fue heredado por sus antecesores en el cargo, quienes tampoco lo solucionaron, aunque los excusó:

“No estoy culpando al licenciado Murat, ni al licenciado Diódoro, sino que es una zona conflictiva, en donde en los tres o cuatro gobiernos no fue posible construir el diálogo”, matizó.

Al PRI, luego de entregar el cargo

El gobernador Ruiz Ortiz confirmó que asistirá personalmente a entregar la titularidad del Poder Ejecutivo estatal a su sucesor, Gabino Cué Monteagudo, el 1 de diciembre próximo en un acto que tendrá lugar en la sede del Congreso del Estado, en el municipio conurbano de San Raymundo Jalpan.

Y anunció que una vez cumplido este acto protocolario se sumará a las actividades de su partido, en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, para apoyar los procesos electorales venideros en diversas entidades del país como Guerrero.

“Vamos a estar en la talacha del PRI como siempre lo hemos estado”, advirtió.

Alerta sobre dinero del narco en alianzas PAN-PRD

Luego, en declaraciones a la emisora W-Radio, Ruiz Ortiz advirtió que “las alianzas electorales entre PAN y PRD son vulnerables para que el dinero del narcotráfico se filtre en sus campañas y sus candidatos”, aunque aclaró que “ningún partido político está exento de que se cuele el dinero sucio”.

Insistió en el “grave riesgo” que conllevan las alianzas electorales, ya que podrían ser infiltradas por el narcotráfico debido a las triangulaciones que se realizan en materia de financiamiento a sus candidatos.

Por ello, se pronunció por echar mano de todos los mecanismos de inteligencia municipal, estatal y federal para que quienes aspiren a un puesto de elección popular se sometan primero a una estricta investigación y lleguen blindados a los comicios.