EXPRESIONES.- Sin duda que el tema magisterial nos acapara en este mes que fenece y aunque en verdad ya me estoy hartando de repetir año con año lo mismo sin que las cosas cambien, al menos para los alumnos y para los oaxaqueños me sobresalta la postura que a través de un clásico comunicado, adopta el denominado Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR) y que brinda al pueblo de México, a los pueblos del mundo, a los Organismos Defensores de los Derechos Humanos y a las Organizaciones Populares y Revolucionarias.
No es una exigencia al Gobierno federal y al estatal, más bien es una advertencia de su hartazgo ante la nula respuesta de éstos en torno a los detenidos-desaparecidos por motivos políticos o sociales.
Son cuatro años de espera, dicen, bajo el lema de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, todavía sin respuesta ni visos de ella.
Pareciera que dijeran, “a los maestros, por sus tácticas de movilización, sí les responden rápido, a nosotros no”.
Y expresan que “el tiempo se acaba en la medida en que se acaban las oportunidades de un cambio radical por la vía pacífica, se está agotando en la medida en que los gobiernos anteriores priistas y panistas, así como el actual, no han resuelto las demandas del pueblo mexicano que exige sobre todo justicia, cese a la corrupción, no más impunidad y que regrese el Ejército a sus cuarteles. Pero el Estado Mexicano continúa sin escuchar, sin dialogar y sin dar respuesta, porque las víctimas del régimen neoliberal no damos los pasos concretos para construir la unidad de los oprimidos y los explotados”.
Advertencia o amenaza, da lo mismo, lo cierto es que el EPR se agazapó luego de sus primeras intervenciones guerrilleras en Loxicha y en Huatulco en época del mandato de Diódoro Carrasco Altamirano.
Hoy estamos en el remix de un gobierno que dio cauce al enfrentamiento armado, a la insurrección y a la rebeldía a través de las armas.
¿Resurgirá el EPR en el sexenio de Gabino Cué?
Ojalá y no porque Oaxaca, de por sí convulsa por el terrorismo urbano que implementa la Sección 22 y otras veces el porrismo universitario y las organizaciones llamadas populares, podría caer en la ingobernabilidad, la inseguridad y la violencia extremas, en donde la negociación ya no tendría cabida ni sería argumento para la paz y tranquilidad.
La vigencia del EPR no se la han dado sus armas, sino las organizaciones explotadoras del gobierno a través del chantaje y la presión política, pero no olviden que el EPR sí está armado y sería un caos si volviera a utilizarlas.
Oaxaca de Juárez, Oax., miércoles 1 de junio/2011.
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