OAXACA, OAX., mayo 31.- Con nuevos resultados revivió el expediente jurídico de Hermilo Eduardo González Flores y Aldair Celaya López, estudiantes de segundo grado grupo “A” de la Escuela Secundaria Técnica número 215, de San Jacinto Amilpas, los cuales resultaron con quemaduras mayores al explotarles el experimento que trabajaban en el laboratorio de Química.
Y por el hecho registrado el 12 de diciembre de 2011, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) determinó solicitar a la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental del Poder Ejecutivo del Estado de Oaxaca, iniciar y concluir el procedimiento de responsabilidad en contra de los profesores Italivi Judith Villa Ruiz, responsable del laboratorio y Trinidad Velásquez Gómez, director del plantel, por el ejercicio indebido de la función pública.
De paso, a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), pide girar instrucciones a la Agente del Ministerio Público Especializada en Justicia para Adolescentes y al adscrito a la Fiscalía Especial de Asuntos Magisteriales, que lleva el trámite de la averiguación previa 242(FCIE/RS) 2011 o 02(FEPAM)/2012, poner en marcha las diligencias pertinentes para determinar sobre el ejercicio o no de la acción penal contra los mencionados trabajadores al servicio de la educación.
Y por lo que respecta al Instituto de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), la DDHPO resalta que una vez acreditadas las violaciones a los derechos humanos de los alumnos mencionados, a cargo de servidores públicos docentes, ahora es una obligación moral y legal para la Institución reparar los daños causados a los menores agraviados.
Así lo resolvió la DDHPO tras un largo proceso de investigación y estudio de lo contenido en el Expediente DDHPO/ 1519/ (01)/ OAX/ 2011, en donde destaca lo narrado y declarado por docentes, padres de familias, alumnos y testigos, los cuales, algo o mucho tuvieron que ver en un lamentable accidente.
Cabe subrayar que al estudiante Celaya López le pudo costar la vida las diversas quemaduras de segundo y tercer grado en el área de cara, cuello y manos; fue internado en el área de terapia intensiva del Hospital de la Niñez Oaxaqueña y posteriormente fue trasladado a Galveston, Texas, Estados Unidos, para ser intervenido quirúrgicamente y así salvarle la vida.
Por ejemplo, en una de las valoraciones principales del caso, la DDHPO califica de clara la omisión en que incurrió la profesora Italivi Judith Villa Ruiz, responsable del laboratorio en el momento en que sucedieron los hechos; establecieron que no tenía conocimiento de qué hacer durante una contingencia de esa naturaleza.
Lo cual, probablemente, se dice, causó que la situación de por sí ya crítica, se agravara al prolongarse el tiempo en que las sustancias combustibles actuaron sobre el cuerpo de los agraviados, ya que de tenerse la capacitación adecuada, la situación se pudo manejar de manera eficaz, minimizando las consecuencias.
En el citado expediente está la declaración de Guadalupe López Chiñas, mamá del Aldair. La señora refirió que por a través de los compañeros del grupo del estudiante herido, se enteró que en el momento en que su hijo se estaba quemando, estando dentro del laboratorio, quisieron echarle agua para sofocar el fuego, sin embargo, la profesora Villa Ruiz se los prohibió, les ordenó un no, porque a su lado estaba una computadora y no quería que se mojara.
“Por ello mi hijo salió del laboratorio. Una vez en el patio, sus compañeros le quitaron la bata, la chamarra y le echaron agua logrando sofocar el fuego; durante ese acontecimiento, la profesora no intervino para auxiliar al menor; ella, ni Trinidad Velásquez Gómez, director, acompañaron al menor al centro de salud, como tampoco se apersonaron en el Hospital de la Niñez para hacerse responsables de los hechos que sucedieron durante dicha clase”, aseguró la afligida madre de familia.
Por su parte, la profesora responsable del laboratorio, al rendir su informe manifestó que desde el inicio del ciclo escolar informó a los padres de familia sobre la importancia de usar los materiales de seguridad para ingresar al laboratorio; que solicitó a los mismos manifestaran en una reunión general su inconformidad por el mal funcionamiento y utilización del laboratorio.
Acusó que el laboratorio tiene varias funciones; y con relación al accidente ocurrido, aseguró que el 12 de diciembre de 2011, después de explicar a los alumnos el procedimiento para el experimento a realizar, al estar atendiendo a otros equipos de trabajo, escuchó un grito; al darse la vuelta, en cuestión de segundos salieron corriendo dos alumnos del laboratorio y ella detrás de ellos para auxiliarlos; una vez afuera del laboratorio, recordó que volteó de un lado a otro y vio que se estaban quemando, por lo que les indicó que rodaran y permaneció auxiliándolos.
Antes, Trinidad Velásquez Gómez informó que en la fecha en que ocurrió el accidente no estaba en la escuela y que luego de tener conocimiento del accidente se trasladó al Centro de Salud de San Jacinto Amilpas, en donde recibieron los primeros auxilios.
