OAXACA, OAX., noviembre 12.- Desde el 30 de septiembre pasado, mes y medio antes de culminar su primer año de ejercicio constitucional, la LXII Legislatura del Estado dejó en la congeladora 37 iniciativas de ley y 129 propuestas de reforma a la Constitución estatal y a los Códigos Penal y Civil de Oaxaca.
Así, en el primero de sus tres años de gestión, las 42 diputadas y diputados sólo aprobaron dos leyes, lo que exhibe ante el pueblo que dicen representar su bajo rendimiento y pésimo desempeño, derivado de las disputas políticas y por el poder en todos los ámbitos.
Sólo en exhortos y solicitudes de información, que son como “llamados a misa”, fueron prolíficos los legisladores con un total de 180.
La mayoría de los representantes populares de los partidos aliancistas de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN), del Trabajo (PT) y Unidad Popular (PUP), así como del Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados Verde Ecologista de México (PVEM), Social Demócrata (PSD), Nueva Alianza (Panal) y Movimiento Ciudadano (MC), pidieron de todo a título personal.
Demandas de seguridad, destino y aplicación de recursos, atención a sus distritos y hasta por conflictos postelectorales fueron motivo de casi dos centenares de “exhortos” a las distintas instancias del Poder Ejecutivo estatal, organismos autónomos locales, Gobierno federal y Congreso de la Unión.
Un escueto reporte proporcionado por personal de la Mesa Directiva, ante la negativa del Oficial Mayor, el priista Juan Enrique Lira Vázquez, de brindar información sobre el desempeño legislativo, da cuenta de las inasistencias, propuestas por poderes, organismos autónomos, sociedad civil y estadísticas del primer año de ejercicio legal.
Los datos exhiben el bajo rendimiento de la LXII Legislatura, integrada por licenciados en Derecho, maestros en políticas públicas, ex concejales, ex diputados federales, ex senadores, empresarios de hoteles y del transporte público, y hasta ex integrantes de la Sección 22 del SNTE.
No obstante, eso no fue suficiente para el rendimiento legislativo, porque los letrados diputados y diputadas que tomaron posesión de sus cargos el 13 de noviembre de 2013 sólo aprobaron dos leyes:
Se trata de la Ley de Mejora Regulatoria, propuesta por el diputado del PAN, Gerardo García Henestroza, y la Ley de Fomento a la Lectura, Escritura, Libro y Uso de Bibliotecas del Estado y Municipios de Oaxaca, del perredista Jesús López Rodríguez.
En lo que sí hubo acuerdo unánime de los representantes populares fue para aprobar que el presupuesto del Poder Legislativo no debe ser menor al ejercido en el año inmediato anterior, luego de que el gobernador Gabino Cué Monteagudo había propuesto, en su iniciativa respectiva, disminuir casi a la mitad los 669 millones de pesos que se auto asignaron para este año 2014.
Otra acuerdo por unanimidad fue para quitarle al titular del Poder Ejecutivo la facultad de nombrar a los administradores municipales, por lo que ahora ese “derecho” lo tienen los diputados y las diputadas.
Sin embargo, en la congeladora del Congreso continúan leyes vitales para la vida de Oaxaca, como la ley educativa, la ley indígena, la ley notarial y la reforma político-electoral, entre otras.
IMPIDE LA FALTA DE “ACUERDOS” LA APROBACIÓN DE LEYES
Diputados del PRI, PRD y PAN –las tres fuerzas más importantes en el Congreso del Estado, aunque ninguna con mayoría absoluta– habían acordado que en el segundo período ordinario de sesiones del primer año de ejercicio constitucional, que inicia el 1 de julio y concluye el 30 de septiembre, adecuarían la Ley General de Educación, lo mismo que la reforma político-electoral, pero nada pasó.
La falta de “acuerdos” de grupo y particulares trabó la aprobación de estas leyes que forman parte del llamado “Pacto por México”, al que se comprometieron el PRI, PRD y PAN desde el inicio del sexenio del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Desde el primer periodo ordinario de sesiones correspondiente al primer año de trabajo, que inicia el 15 de noviembre y concluye el 15 de abril, estos institutos políticos se enfrascaron en disputas por el dinero y luego en argumentos bizantinos que les impiden aprobar las leyes y reformas que necesita Oaxaca.
Incluso, el coordinador de los diputado del PRI, Alejandro Avilés Álvarez, pidió puntilloso a sus homólogos del PRD y PAN “devolver los anticipos” por la aprobación de leyes, porque quizás establecieron compromisos más allá de lo que es legislar.
El priista advirtió también que jamás permitirá que el llamado PTEO, propuesto por la Sección 22 del SNTE, se convierta en la nueva Ley de Educación en Oaxaca.
Por su parte, los coordinadores legislativos del PRD y PAN acusaron a la bancada del PRI de “no tener voluntad” para aprobar leyes y al diputado Avilés Álvarez de “no tener capacidad para trabajar y lograr consensos”.
Por separado, el coordinador de los diputados del PRD, Félix Antonio Serrano Toledo, admitió que “la inoperancia legislativa se debe principalmente a la falta de acuerdos entre las fracciones”.
Sin recato alguno, la coordinadora de los representantes populares del PAN, la novel Natividad Díaz Jiménez, acusó directa: “No se tuvo productividad en el periodo ordinario y ese es el reflejo de todos los priistas”.
Sin más argumentos que sus dichos, la panista insistió en que “hay falta de sensibilidad política del PRI para sacar adelante las leyes”, y hasta acusó a su homólogo Avilés Álvarez de “imponer su voluntad y capricho cambiando las sesiones de Congreso”.
