+ …”Pero los militares deben regresar a sus cuarteles”, reclama el diputado federal de Oaxaca
CIUDAD DE MÉXICO, enero 21.- Si algún militar cometió una falta, un abuso o un delito debe ser castigado, pero nadie, ni un organismo internacional, puede venir a entrometerse en la vida interna y en la operación del Ejército Mexicano, porque éstos siempre serán asuntos de seguridad nacional, advierte el diputado federal oaxaqueño y militar retirado Carlos Sarabia Camacho, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Es correcto lo que dice y lo que hace el general Salvador Cienfuegos. Un buen general es el que defiende siempre a sus soldados. Cuando el general deje de hacerlo, el Ejército perderá moral”, aseguró.
“Sin embargo, hay cosas que son de seguridad nacional y los legisladores de la oposición que se suben a la tribuna, o se ponen frente a un micrófono, a acusar o a criticar al Ejército, hablan sólo por hablar, porque no conocen el tema ni conocen la ley, y mucho menos el código y la legislación militar”, afirmó.
Abogado de profesión, excapitán del Ejército mexicano y electo diputado federal por el principio de mayoría en el Distrito 11 de Oaxaca, Sarabia Camacho –originario de Pinotepa Nacional– señaló, en entrevista con E-Oaxaca periodismo digital, que los observadores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) deben saber que “en México tenemos una legislación militar que se debe respetar y que el Ejército Mexicano no puede abrirse así como así, porque sencillamente es un asunto de seguridad nacional”.
Insistió en que si un algún militar, como cualquier otro ciudadano, cometió una falta, un abuso o delito, claro que debe ser castigado, pero “nadie puede venir, así como así, a entrometerse en la vida interna de la institución”.
“Hay cosas que, a pesar de lo que se diga, no se permiten en la ley militar, y el general Salvador Cienfuegos conoce perfectamente la legislación, conoce de los tribunales militares. Para hablar de eso hay que tener mucho cuidado”, enfatizó.
“Si se quiere hacer algo en este sentido, primero hay que reformar la ley. Las cosas hay que decirlas como son: El Ejército no está preparado para tareas de seguridad pública; los soldados estamos preparados para otras cosas que ojalá nunca sucedan en México. Tenemos otro tipo de adiestramiento que no es el de un policía y estos se tiene que reformar”, sostuvo el legislador priista.
Y añadió: “Ojalá hubiera pronto un acuerdo político para que cada quien se fuera hacer sus tareas que les corresponden y los soldados regresaran a sus cuarteles”.
En noviembre pasado el PRI instaló en la Cámara de Diputados mesas de trabajo para analizar reformas a la legislación militar, con el fin de garantizar los derechos humanos del militares.
Por lo pronto, aseveró, “hoy el comandante supremo de las Fuerzas Armadas es el Presidente de la República y es el responsable de que México esté en paz y por eso se le respalda”.
Sobre la liberación de los soldados que fueron acusados por los hechos en Tlatlaya –donde supuestamente militares fueron acusados de haber ejecutado a 22 presuntos delincuentes– comentó que “estuvo bien porque se esclarecieron los hechos, salió a relucir la verdad, no hubo argumentos para inculparlos y por eso los liberaron”.
“Cualquier militar que cometa un error debe estar en la cárcel, pero para ello, en este caso particular, la Procuraduría General de la República debe acusar con pruebas contundentes. El papel del Ministerio Público siempre va a ser acusarte, nunca defenderte, y hoy sólo está haciendo lo suyo, y la defensa igualmente hace lo propio”, finalizó.