LIBROS DE AYER Y HOY
La reforma educativa esta fuera de discusión, intocada, dice el cuestionado Aurelio Nuño ante la propuesta de diálogo del secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong ¿Entonces de que se tratará la reunión?, de asuntos políticos dicen ¿y la llamada reforma educativa no es un asunto político, visto el maremágnum en el que se ha convertido el país?
El diálogo se planteó para el 22 de junio, pero es lógico suponer que continuará por varios días con una comisión intermediaria. En medio de una serie de contradicciones Gobernación ofrece diálogo dentro de la ley. El 16 de mayo pasado, Osorio dijo tajantemente que no habría diálogo con la CNTE pero ahora lo ofrece cuando las cosas han rebasado el cauce.
Dentro de la ley, aclara, ¿pero de qué ley, de la que han impuesto? Y el problema del magisterio, ¿que va a pasar con él si no se aborda la reforma educativa, seguirá en alza como ha sucedido en los meses que lleva protestando en las calles? ¿Quiénes son los negociadores, qué papel juegan los políticos que se supone dirigen el país si no pueden resolver un problema que en este momento ya está bañado de sangre?
Diálogo se propuso y se dijo y se sigue diciendo en miles de formas; han intervenido centenares de intelectuales, organismos internacionales, académicos, políticos, artistas y gente común. La palabra diálogo se ha entendido en un idioma extraño. Se advirtieron las consecuencias que estamos viviendo, el peligro que corre el país, lo que se nos viene encima y nada. Las advertencias estaban también en un idioma extraño.
Ahora Osorio Chong anuncia negociación en momentos en que miles piden su renuncia y la de Aurelio Nuño. Este, como antaño lo dijeron Chuayffet y otros muchos, ha dicho que no piensa renunciar y se ha apresurado a aclarar que el diálogo -que no ha sido convocado por él-, es político no educativo. O sea, su reforma motivo del conflicto, queda intocada. Si saltas pierdes y si no perdiste, como decía el clásico.
El hombre ante los hechos de sangre, dice que los lamenta y que siempre ha estado abierto al diálogo, cuando medio mundo lo cuestionó al respecto durante meses, ¿a quién quiere engañar? La preocupación principal del sistema, de ahí la renuncia del presidente del PRI Manlio Fabio Beltrones, parece ser el declive de ese partido en la pasada elección, no los muertos de Oaxaca. Y los demás funcionarios siguen incólumes y la persecución contra los maestros sigue adelante.
Ayer 21 de junio hubo bloqueos y cierre de entradas para impedir la libre movilización de los mentores. La de Oaxaca es una acción que tiene todo los visos de haber sido planeada, por más que se busquen todos los argumentos para defender lo oficial y al parecer tiene entre sus enterados a Alejandro Murat, gobernador electo de Oaxaca, a Gabino Cue actual gobernador, a los jefes policiales que intervinieron, a Nuño, a la Secretaría de Gobernación entre otros. Lo ocurrido en Oaxaca era algo anunciado y el gobierno no lo detuvo. Alguien tiene que pagar.
Niebla en los ojos la sencilla novela que escribió Minou Drouet, a la que llamaron niña prodigio en la Francia de mediados de los cincuenta, se puede usar como metáfora de las volutas blancas que entorpecen la visión – y en este caso el entendimiento-, para no ver lo que para los demás es claro. El caso de Drouet, una niña que escribió su primer libro de versos a los siete años, fue tan llamativo, que grandes intelectuales de la época y posteriores se metieron al asunto, para descalificar como literata, desde luego, a la pobre Minou.
El famoso Roland Barthes hizo un largo panegírico de la infancia, pero no de los versos de la niña: le siguieron García Márquez, Julio Cortazar, Fernando Savater, entre otros. Jean Cocteau, de plano misógino señaló que todos los niños son genios, “menos Minou”.
Su novela publicada cuando tenía alrededor de 21 años (1969), tiene un corte romántico y algunas de sus metáforas son bellas, poéticas. Es la historia de dos niños ciegos, uno que sacrifica su visión para reconciliar a sus padres y otra, que al recuperar la vista, dona su tiempo a la función social y termina por llegar a un final feliz.
¿Que fue de Minou?, pocos pueden responder, quizá se convirtió en una escritora mediocre, ahora casi setentona. Pero su novelita aún aparece anunciada por los vendedores de libros de las redes y uno puede darle otro giro a su título: que sin la Niebla en los ojos no hay peor ciego que el que no quiere ver.
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