+ La mayoría de los 54 menores de edad, hombres y mujeres, son húerfanos, de escasos recursos y muchas necesidades, informa el sacerdote Francisco Baruc Soriano

OAXACA, OAX, noviembre 23.- Huérfanos de padre o madre—o de los dos—con pobreza extrema o situaciones de vulnerabilidad y problemas de desintegración familiar, llegan a la Ciudad de los Niños de Oaxaca, donde se les brinda elementales servicios, dijo el Director general de la institución, sacerdote Francisco Baruc Soriano.

La Ciudad de los Niños, es mixta, lleva 37 años de brindar atención a niños y niñas a los que se les brinda casa, vestido, alimentación y educación. Es un internado con una población de 54 menores distribuidos en  4 espacios distintos: niños pequeños en un  lugar; de primaria en otro, un espacio para niños con necesidades de rehabilitación, de atención médica en otro y las niñas, como mujeres, en lugar especial, dijo el sacerdote.

Informó en entrevista que a los niños con alguna enfermedad, se les brinda atención con   médicos que amorosa y voluntariamente apoyan en centros de salud con servicios que brinda el Estado y se proporcionan a todos los ciudadanos.

A la Ciudad de los Niños, llegan los pequeños porque sus papás o familiares saben de la existencia de esta institución, son los responsables de traerlos y buscar ayuda, afirmó el sacerdote Baruc Soriano.

¿Se deshacen de los hijos?

Responde el sacerdote: no exactamente, llegan los niños porque algunos son huérfanos, expresan su necesidad extrema de atención  y cuidado, son aceptados y se les brindan elementales servicios, porque son niños con escasos recursos y muchas necesidades.

No se les pide ninguna retribución, dan lo que pueden cada vez que pueden mensualmente, hay una visita de familiares responsables de los niños porque debe haber certeza jurídica de los niños, de donde vienen principalmente, como la ley nos lo exige.

Posteriormente, como van creciendo y llegando a la mayoría de edad, van pensando por si mismos y se les ayuda decidiendo lo que quieren hacer, ya sea dedicarse a un servicio,  a un trabajo manual o seguir estudiando, según lo que quiera el niño o la niña.

Se sostiene a la institución, con la ayuda generosa de personas de buena voluntad y con  realización  de la feria anual del niño, momento señalado de muy importante para  allegarse de un poquito de recursos para sostenimiento y una buena administración, dijo el responsable de la Ciudad de los Niños.

Indicó que respecto a la educación, se cuenta con un kínder; para los niños que cursan la primaria, que es lo básico, hay muchachitos y también muchachitas que llevan  estudios de secundaria que están en la institución y otros en otro espacio atendidas por  mujeres responsables.

Van y asisten a escuelas públicas, porque no podemos  tener maestros, representaría para nosotros un  gasto elevado, deberíamos contar con una escuela que no la tenemos y serían muchas las complicaciones.

Los pequeños estaban muy uniformaditos en la conmemoración de los 60 años de la Ciudad de los Niños de Oaxaca, de servir y proteger a la infancia, donde asistió el Arzobispo, Pedro Vásquez Villalobos, aclarando  el padre Baruc Soriano que lo que portaban había sido un regalo de la comunidad de Tlalixtac de Cabrera, para cada uno de los menores.

¿Pero como viven éstos niños y niñas, en donde están internados?

Hay un reglamento interno—dijo el director—comentando que se levantan entre las 6 o 6 horas y media de la mañana, cumplen con su aseo personal y el de su camita, después la oración, limpieza de la casa y lugares comunes, desayuno, realización y revisión de tareas o algunas dinámicas.

En  ocasiones se someten a la atención médica y también pedagógica para cumplimiento de sus tareas, dedican un buen espacio al ejercicio físico para el baño y llega el momento de la comida, para irse a la escuela, llevados con  el camión que sirve a la Ciudad de los Niños.

Regresan a las 7 o 7 y media horas de la noche, participan en la oración de vísperas a la merienda y finalmente llega el momento de descansar—dormir—entre las 9 o 9 horas y media de la noche.

¿Se cuida el mal trato a los niños?

Claro que se cuida, en ocasiones llegan niños con poca disciplina, cuesta trabajo corregirlos, se requiere mucha paciencia para ayudarlos y ponerlos en el camino de  aprovechamiento en todos los sentidos.

Muchos de los menores proceden de la periferia de la ciudad de Oaxaca de Juárez y otros mas han llegado de comunidades rurales del interior del Estado, finalizó el director de la Ciudad de los Niños, sacerdote Francisco Baruc Soriano.