+ Tomarnos unas copitas es una alegría pasajera, dice el sacerdote Alejandro Rodríguez González
OAXACA, OAX., diciembre 23.- En esta Navidad, los católicos estamos obligados, comprometidos a transmitir alegría por el nacimiento de Jesús, por el nacimiento de Cristo, afirmó en su homilía y celebración de la misa del medio día, el párroco del Sagrario Metropolitano, Alejandro Rodríguez González.
No dejemos que nada nos impida vivir esa alegría del nacimiento de Cristo, que este momento, acontecimiento, llene de verdad muchos corazones de alegría profunda que tanta falta hace, no de esa alegría pasajera que nos puede dar el hecho de tomarnos unas copitas de mezcal, tequila, wisky, deseó el sacerdote.
El párroco del Sagrario Metropolìtano, al referirse a 5 criterios evangélicos para nuestra vida diaria, sacados del texto de San Lucas, urgió a salir de la zona de confort en la que nos encontramos—dijo—los sacerdotes, los obispos, la iglesia, los laicos y autoridades, advirtiendo que tenemos que mirar y ser presurosos ante lo que se nos viene y lo que estamos viviendo.
En su exposición ante los feligreses, indicó que nos está faltando saludar, hoy tristemente nos encontramos en la calle y la gente no quiere saludar, decimos cosas como “no me saludaste, cuanto te debo para que me saludes”, nos hemos hecho indiferentes, cuando desde niños nos enseñaban a saludar los abuelos, a veces con brazos cruzaditos para decir buenos días, los humanos hemos ido perdiendo poco a poco el cariño entre la sociedad.
En la iglesia, señaló que el sacerdote no saluda a la gente que en ocasiones pasa inadvertida a su lado; reconoció que se han vuelto engreídos, ha faltado mucha unidad para poder estar a la altura de las circunstancias de este tiempo.
Dijo que en las oficinas parroquiales, los agentes de pastoral en muchas ocasiones no saludan con gozo a los que llegan, al contrario les hacen malas caras.
En la iglesia se va sintiendo mas que un gozo y una alegría, es un lugar donde no se siente ese espíritu de Dios, no se diga de otras dependencias, donde a veces ni levantan la cara para mirarnos, o las respuestas que dan son “no se puede, venga otro día, ya cerramos, no hay tiempo”.
Reconoció el sacerdote Alejandro Rodríguez, que nos hemos vuelto tan inhumanos que hasta en el saludo nos cuesta trabajo manifestar lo que el evangelio nos dice y surgió la interrogación: preguntémonos si en esta Navidad nos hemos saludado con ese saludo que sea de viva voz, no de puros mensajitos en redes sociales que a veces no nos cuesta mucho, pensemos cuanta falta nos hace saludarnos, el saludo trae alegría, afirmó.
Terminó su sermón, diciendo a los asistentes a la misa del medio día en el templo de Catedral: preparémonos a vivir con pequeños criterios y si quieres ser el mayor, se el servidor, sal, ve con prontitud ante la necesidad del otro, saluda, llena de alegría a los demás.
En esta alegría de la Navidad, en estos días pongamos en práctica, por lo menos el criterio de saludarnos, aunque no nos conozcamos, fue el llamado a la grey católica.
