MÉXICO, D.F., mayo 11.- Instalada en el salón de plenos del Senado de la República, la diputada presidenta de la Mesa Directiva de la LXI Legislatura del Estado de Oaxaca, Eufrosina Cruz Mendoza, soñó por un momento que ya era senadora. 

Pero no fue la única. Integrados en la nueva clase gobernante de Oaxaca también vivieron ese momento fugaz sus compañeros Javier Villacaña Jiménez, Francisco Martínez Neri, Rosalinda Domínguez Flores, Flavio Sosa Villavicencio, Margarita García García, Ángela Hernández Solís e Hita Ortiz Silva.

Seis de los ocho legisladores oaxaqueños concluyeron este miércoles un curso-taller de tres días sobre “Práctica parlamentaria”, invitados por su paisano priista, el senador Adolfo Toledo Infanzón.

La más feliz era la diputada plurinominal panista, oriunda de Santa María Quiegolani. Solícita, accedía a tomarse la foto en la tribuna y luego pedía hacerlo desde una curul, donde dibujaba la más amplia de sus sonrisas.

Ensimismada, Eufrosina Cruz Mendoza posaba y dirigía su mirada, una y otra vez, hacia la fila de curules, como diciendo “aquí quiero estar próximamente”.

Y es que durante el curso-taller, a los representantes populares llegados de Oaxaca les dieron “tips” de cómo manejarse y comportarse en las sesiones de Congreso de la Unión.

También sobre cómo presentar su imagen y difundir su trabajo legislativo en materia de comunicación social.

Los oaxaqueños bajaron, incluso, al sótano del nuevo edificio ubicado en Avenida Paseo de la Reforma 135, donde observaron por unos minutos, como invitados especiales, la sesión de la Comisión Permanente.

Luego, siempre acompañados por el anfitrión: el senador Toledo Infanzón, visitaron el Salón de Plenos del moderno complejo senatorial.

Del paseo se perdieron las diputadas Margarita García, coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido Convergencia, e Hita Beatriz Ortiz Silva, del Partido del Trabajo (PT). García abandonó el taller y nunca volvió.

Los y las demás, sin embargo, como alumnos de preescolar o primaria que salen a conocer algún museo, se sentaban en las curules de la tribuna, se paraban frente al estrado y pedían tomarse la foto del recuerdo…

Las y los representantes populares llegados de la lejana Oaxaca no desaprovechaban el tiempo. Daban rienda suelta a sus sueños tomándose fotografías desde diversos ángulos y en todas partes de la sede del Senado de la República.

Don Luis Arredondo, uno de los jefes de seguridad del edificio, daba su punto de vista sin pedírselo.

“Ahí está la próxima Senadora de la República, pues ya la tiene segura. Es la Presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas del PAN y ese cargo, pues, es directo como plurinominal para el Senado. Esa diputada tiene la misma suerte que Cirila Mendoza y Genoveva Medina, que llegaron sin hacer nada”. Se refería a Eufrosina Cruz Mendoza.

Abajo, Martínez Neri, Ángela Hernández, Rosalinda y sus asistentes, como Hassan, el particular del priista Maximino Betanzos, así como el Oficial Mayor Rafael Mendoza Kaplan, ya no sabían en dónde tomarse más fotos.

También se sentaban en las curules de la tribuna y de los senadores, lo mismo que se paraban en los estrados. Eran la viva imagen de niños jugando-soñando a ser Senadores.

Los más recatados o menos emocionados, que más bien guardaban la compostura, eran el priista Villacaña Jiménez y el petista Sosa Villavicencio, quienes preferían conversar con Adolfo Toledo.

Tras 20 minutos de recorrido, antes de salir del salón de plenos, el líder moral de lo que fue la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se dirigió al senador Toledo:

–“Oye Adolfo, como dijera aquél, nos veremos pronto”.

Y todos y todas soltaron la carcajada.

Imbuidos de futurismo político, Toledo Infanzón retornó a la sesión de la Comisión Permanente, mientras los diputados y las diputadas oaxaqueñas, acompañados de sus rigurosos secretarios particulares, volvieron al salón de reuniones 3, en la planta baja del complejo, donde recibieron una constancia por su asistencia al taller de “Práctica parlamentaria”.