EXPRESIONES.- Pareciera que la razón de la sin razón es lo que prevalece en Oaxaca.
Nuevamente las rencillas políticas, los golpes bajos, las incongruencias y la corrupción se imponen en un Estado donde la concordia, el acuerdo y el cambio, es de dientes para afuera.
Por eso las historias se repiten, con otros actores en el poder, pero haciendo las mismas cosas o peores que sus antecesores.
Hoy las disputas políticas ponen en el ojo del huracán a un diputado federal, Héctor Pablo Ramírez, y a un Gobernador, Gabino Cué Monteagudo.
Dice el diputado Héctor Pablo, mejor conocido en el ámbito político como HP, que “Hoy si reclamas efectividad a un gobierno, eres un porro, hace seis años eras un luchador social”; y se pregunta: “¿Dónde está la LIMEDH, dónde el padre Uvi, dónde el defensor de la gente, Flavio Sosa, dónde Amnistía Internacional, dónde la prensa libre?”; también agrega: “Hace cinco años en Oaxaca paseaban féretros en el Zócalo para tirar a un Gobernador; hoy llevan 35 muertos en seis meses y nada”.
Responde el gobernador Gabino Cué, en entrevista con López Dóriga: “El Diputado está medrando con la muerte de la gente. HP representa a cacicazgos perversos”.
Palabras más, palabras menos, que reflejan un Oaxaca candente, truculento, con pocas posibilidades para encauzar su historia y su porvenir.
Cuentas y cuentos de ayer, hoy y siempre, que evidencian no sólo conflicto y desunión, sino una guerra de papel, de ondas hertzianas o de internet, que nada tienen que ver con el progreso de Oaxaca, porque hoy más que nunca, Oaxaca es el fiel reflejo de su rezago ancestral y de la poca capacidad e interés verdadero por sacarla del hoyo en que nos encontramos.
Los malos de hoy eran los buenos de ayer y viceversa. ¿Usted entiende esto?
Y no es que si hoy porque reclamamos efectividad al gobierno seamos tildados de porros; es porque nunca ningún gobierno ha sabido escuchar ni valorizar la voz de la prensa ni el sentir ciudadano.
La han querido comprar, comprometer y subyugar a través de cuentitas de colores, pero jamás la han considerado como ilustración y advertencia que pueda guiar mejor las decisiones de gobierno.
Y ese es el error, esa es la inopia que corrobora hoy de lo que siempre hemos carecido: voluntad para escuchar y actuar en consecuencia.
Las voces y los escritos son guías para gobernar mejor, no para fabricar guerritas de papel y cibernéticas que no conducen a nada bueno para Oaxaca.
¿Cuándo lo entenderán? …
Oaxaca de Juárez, Oax., viernes 20 de mayo/2011
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