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Vivos o muertos, pero que aparezcan, claman familiares de desaparecidos

OAXACA, OAX., julio 17.- Como aparezcan, vivos o muertos, pero que aparezcan, es el clamor de un grupo de mujeres procedentes de Pochutla, quienes continúan en plantón y huelga de hambre en el corredor exterior del palacio de gobierno.

El sacerdote Wilfrido Mayrén Peláez, conocido como el “Padre Uvi”, entrevistado en el lugar donde están familiares de los diez hombres desaparecidos el 14 de julio del 2010, dijo que apoya a las mujeres –esposas y familiares– que están solas, abandonadas y, como no hay interés de lucro económico o político, nadie les hace caso.

El coordinador de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz del Arzobispado de Oaxaca dijo haber encontrado negligencia e indiferencia en todos los niveles de gobierno para atender el caso.

Negó haber alentado a estas mujeres para que se plantaran en las afueras del palacio de gobierno. “Es una decisión de ellas”, afirmó en entrevista con www.e-oaxaca.mx

Los diez oaxaqueños, originarios de Pochutla, desaparecieron hace un año en Tamaulipas, frontera con Estados Unidos, a donde acudieron a comprar vehículos, pero nunca regresaron.

¿No cree que esta situación sea consecuencia del clima de violencia que se vive en México?

–Sea como sea, pero hay una obligación de las autoridades de brindar garantías de seguridad jurídica y justicia a los ciudadanos. Además, están obligadas a establecer el paradero de los desaparecidos y si los mataron por lo menos que los cuerpos sean llorados por sus familiares y puedan estar tranquilas.

A 72 horas de iniciada la huelga de hambre, una de las mujeres recordó que los desaparecidos en Matamoros, Tamaulipas, fueron a comprar vehículos, pero no han regresado.

Dijo que sus esperanzas no han muerto y esperan que regrese cada uno de ellos, además de que el gobernador Gabino Cué Monteagudo las apoye para buscar a sus familiares.

“MEJOR REGRESEN A OAXACA”

Celerina Santos Santiago, esposa de Nemorio (desaparecido) fue a Tamaulipas, donde le dijeron que esa entidad estaba en conflictos y era preferible que regresara a Oaxaca, porque ahí su vida estaba en peligro. No hubo respuesta de nada.

Como esposa, al igual que hijos de los desaparecidos, dijo que llevan un año de angustia y desesperación.

Entre sollozos, comparó y dijo que en el caso de los maestros de la Sección 22 del SNTE, el Gobierno ofrece cantidades millonarias para que aparezcan, y ¿por qué no hacen lo mismo con los pobres?, cuestionó.

A pregunta de este reportero, respondieron que nadie las mandó a plantarse en las afueras del palacio de gobierno, y sobre un posible desalojo indicaron no temer y estar decididas a regresar a sus hogares, pero con sus familiares vivos o muertos, y si no pues “que Dios los tenga en su santa gloria”.

Advirtieron que de no hacerles caso el Gobierno, sumarán a sus hijos al plantón y huelga de hambre.

 

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