EXPRESIONES.- La política no sólo es de signos y señales, también es de perversidades y negociaciones. Nada edificante, pero si un pragmatismo necesario para mantener una gobernabilidad que incluya el reparto y la compartición del poder entre los principales actores políticos que se siguen repartiendo el pastel oaxaqueño a diestra y siniestra.
De esa forma vemos en la praxis política que aquel adagio de “perro no come perro” es incongruente ante los trapos al sol que se sacan un padre e hijo político ante la sociedad oaxaqueña.
Los señalamientos y arduras que hace José Murat de su ex mimado Bulmaro Rito Salinas, a través de un mercenario del periodismo, le fueron inmediatamente reviradas por el interfecto, puntualizando paradas y poniendo los puntos sobre la íes y de paso, encuerando a un dinosaurio de la política, que ahora se ve como un viejo lagartón.
Del mismo modo, es sintomática la postura de Gabino Cué ante la inminencia de la lucha por el presupuesto oaxaqueño, que por ningún motivo debe ser menor que el que ya se logró, no le aunque este no haya sido aplicado en su totalidad en tiempo y forma.
Así el Gobernador del Estado exonera a Ulises Ruiz (icono del pasado reciente) de cualquier malversación de los recursos públicos, empero, para “taparle el ojo al macho”, la llamada Contralora de Hierro, Perla Woorlich Fernández, retoza ante la inminencia de fincarle responsabilidad a Bulmaro Rito Salinas, uno de los prototipos de la corrupción, tanto del sexenio muratista, como del uisista.
De lograrse la captura y la aplicación de la justicia sobre Rito Salinas, sería el finiquito político de una persecución que amenazaba con meter en chirona a más de 50 ex funcionarios del sexenio pasado o por lo menos, el distractor exacto para calmar las ansias de justicia de los justicieros de ahora.
Bulmaro Rito Salinas, sin ser chivo expiatorio, si es el clásico cordero útil para saciar el apetito de una sociedad ávida de víctimas y de escasez de muestras, aunque el fondo de la corrupción en Oaxaca, sigue a todo lo que da.
Oaxaca de Juárez, Oax., lunes 24 de octubre/2011.
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