OAXACA, OAX., junio 05.- Según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), en nuestro país alrededor de dos millones de personas son víctimas de trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia, afectando principalmente a la población de 15 a 23 años de edad.
Así lo informó en entrevista, el jefe de la Jurisdicción Sanitaria número seis “Sierra”, Ignacio Zárate Blas, quien señaló que éstas son enfermedades mentales, derivadas de una errática y distorsionada vanidad de tener una figura esbelta similar a la que presentan los artistas o modelos.
Explicó que la anorexia consiste en dejar de comer por el miedo a engordar y se caracteriza por someterse a dietas rigurosas y actividad física excesiva, que se presenta con mayor frecuencia en el sector femenino, ya que afecta a un hombre por cada 20 mujeres, siendo el grupo de edad más vulnerable entre los 14 a 18 años de edad.
Detalló que la bulimia se presenta cuando la persona ingiere grandes cantidades de alimentos, seguida de la provocación de vómito o la ingesta de laxantes para acelerar el tránsito intestinal, la alteración más frecuente de este padecimiento es la disminución de nutrientes como potasio y hierro, lo que se puede derivar en una anemia severa.
El funcionario refirió que entre las consecuencias emocionales que provoca esta alteración se encuentran: depresión, irritabilidad y baja autoestima, a nivel físico los varones presentan impotencia o eyaculación precoz, mientras que las mujeres tienen problemas hormonales y trastornos menstruales, apuntó.
Indicó que algunas de las medidas preventivas que pueden tomar los padres para tratar de evitar que sus hijos presenten anorexia y bulimia es fomentarles desde pequeños una buena alimentación, acompañada de la actividad física.
Zárate Blas, reiteró que la falta de nutrientes, sobre todo en edades tempranas ocasionan: menorrea (falta de la menstruación), infertilidad, embarazos de alto riesgo en la etapa reproductiva, anemia, lento crecimiento en los senos, retraso en el desarrollo puberal, caída del cabello y dientes, uñas quebradizas, deshidratación, depresión constante, aislamiento, por mencionar algunos.
Asimismo añadió que el tratamiento de estos pacientes es multidisciplinario ya que la falta de alimento puede dañar varios órganos, aunado al tratamiento psiquiátrico para lograr una adecuada recuperación.
“El descontento con la imagen corporal de uno mismo, puede provocar principalmente en los jóvenes, dietas rigurosas, exceso de ejercicio, consumo de diuréticos y sentimiento de culpa por consumir alimentos; desencadenando estos trastornos alimenticios, que de no tratarse oportunamente ponen en riesgo la salud de las personas”, subrayó el jefe jurisdiccional.
Para finalizar, hizo un llamado a la sociedad en general a exaltar los valores internos y desarrollar confianza en los jóvenes sobre su aspecto, además de establecer una buena comunicación con sus hijos para que tengan estilos de vida saludables y evitar complicaciones a la salud.
