MÉXICO, D.F., julio 16.- El pleito por la licitación lanzada por el IFE para la producción de credenciales de elector, donde uno de los participantes se inconformó por considerar que hubo anomalías en el proceso, derivó en una serie de acusaciones por parte de la consejera María Marván, quien aseguró que la empresa en cuestión no cumplió con los estándares de calidad solicitados.

NEC de México logró la suspensión del fallo que daba por ganador del concurso a Giesecke Devrient, tras presentar un recurso donde puntualizaba que su propuesta económica no había sido considerada a pesar de ser la opción más barata (22% menos que la triunfadora), con un costo de 36.9 millones de dólares por un contrato de cinco años, mientras la participante ganadora cobraría 45.5 millones de dólares.

Ante dicha situación la consejara del IFE señaló que NEC de México “no cumplió con los estándares de calidad que la propia UNAM tenía que revisar.

Entonces, pues, podrá salir más barato pero si no tiene los estándares de calidad, pues, no las tiene y punto, no.

Recordemos que en una licitación hay que hacer una combinación de las dos cosas, desde luego el mejor precio pero la más alta calidad, dice un viejo refrán “lo barato sale caro”.

Déjeme llevar al extremo, al ridículo, si yo hubiese propuesto una credencial hecha en cartulina, pues, claro que iba a salir mucho más barata, cuánto quiere usted que pudiera salir una foto en cartulina con, digo, una credencial en cartulina con la foto sellada, que le gusta un peso, 50 centavos, pero no me sirve para los propósitos que se está planteando. El problema de NEC no fue el precio, sino la calidad del producto presentado”.

Por su parte, el presidente honorario de NEC de México, Javier Jiménez Espriú, respondió que las declaraciones de la consejera María Marván son “preocupantes”, pues significa que los funcionarios administrativos del IFE mal informan a los consejeros electorales.

“No entendemos con qué intención, lo que da una gran opacidad al proceso y es de suma gravedad, como podemos demostrarlo con los resultados de las pruebas que hizo la propia UNAM en las que como licitante # 3 –ya que estas se hicieron sin que la UNAM conociera de qué licitante se trataba–, NEC de México cumplió con todas y cada una de ellas, en las 100 credenciales muestra que usó para las mismas”, dijo.

Jiménez Espriú agregó que “NEC nunca se hubiera atrevido a presentar una inconformidad, si hubiera fallado un ápice en las especificaciones de calidad de las credenciales.

No se trata de solicitar la revisión para que el IFE “compre más barato” –coincidimos con la doctora Marván que eso a menudo resulta más caro–. Se trata, por una parte, de solicitar equidad en la evaluación y de que el Estado no pague, por la misma calidad en el mejor de los casos, mucho más caro.

“Hemos solicitado la revisión de nuestra calificación en otros renglones: el de la experiencia, de la capacidad financiera y otros rubros, que estamos seguros superan ampliamente los 1.5 puntos que nos separan del límite establecido en las bases para tomar en cuenta la propuesta económica, que consideramos tener con creces, lo que haría de la nuestra, con mucho, la mejor propuesta con el más alto nivel de calidad y con una erogación de 116 millones de pesos menos.

Esperamos confiados en la decisión objetiva y justa de la Contraloría General del IFE”, puntualizó.

Evaluación entregada a NEC de México