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La inmovilidad sería nuestro ocaso: Ilescas; 10 años de ‘Facdearq’

OAXACA, OAX., febrero 28.−Ante “una falta de cultura arquitectónica y de urbanismo” de la sociedad oaxaqueña que se traduce en una ciudad “desbordada”, en su décimo aniversario, la revista independiente “Facdearq” se consolida como la voz de una nueva generación que busca comenzar a resarcir dicha carencia.

Precisamente, el número 10 de “Facdearq” –el cual será presentado este sábado primero de marzo, a las 19 horas, en el Instituto de Investigaciones en Humanidades de la UABJO, ubicado en avenida Independencia 901, Centro−, dedicado a la movilidad urbana, es una muestra clara de lo mencionado, pues acentúa las características que han venido identificando a ese medio.

No la “pomposa y comercial moda de la arquitectura”, expone Juan Carlos Ilescas, editor en jefe de la revista, sino un espectro tangencial que incluye la aplicación cabal de los principios del diseño editorial −quehacer que encabeza Raúl Jiménez−, la literatura, las artes, el cómic o la arquitectura vernácula, digamos.

“Experimentamos número con número, hemos ido redondeando la idea con el fin de formar una cultura arquitectónica y de urbanismo que es muy necesaria para la conformación de buenos ciudadanos: sobre todo porque, en este momento, no existe siquiera una clase de ello en la escuela, empezando por la educación primaria”.

Ahora, no pretendemos una “solución a corto plazo, sino que pensamos influir en una primera generación para que ella vaya inculcado en sus hijos esa cultura arquitectónica y de urbanismo”.

Así, el número 10 de “Facdearq” es una mirada arquitectónica distinta sobre lo que pasa en la ciudad de Oaxaca”, explica Ilescas, teniendo la movilidad como eje y empezando por el hecho de que “nos salimos de la Facultad de Arquitectura ‘5 de Mayo’, del encierro intramuros.

“El IAGO, el MACO, el Museo de la Filatelia, la Hemeroteca o el Jardín Etnobotánico, por ejemplo, nos dieron la oportunidad de salir y percibir más ampliamente de qué trata la arquitectura”.

Nuestra idea es “no quedarnos estáticos, sino ir a las zonas conurbadas y a las comunidades, convivir con ellas, retratarlas; también asistir a los movimientos sociales”. En suma, “apostar por la movilidad, ya que la inmovilidad sería nuestro ocaso como sociedad”.

−¿Cómo ven los arquitectos oaxaqueños su ciudad?

Responde Xicoténcatl Cortés, integrante del consejo editorial de “Facdearq”: “la ciudad de Oaxaca tiene dos problemas fundamentales. Uno es la carencia de planes de desarrollo urbano actualizados, el otro el que no se haya encontrado el equilibro en la conjugación del urbanismo y el patrimonio cultural arquitectónico del Centro Histórico”.

Si seguimos así, “ampliando la mancha urbana, vamos a llegar al caos. Ya la ciudad se comió algunos municipios aledaños, el mismo cerro de Monte Albán está siendo copado”, y la solución, desde luego, no “sólo depende de los arquitectos, artistas o comerciantes, sino de los gobiernos, de la elaboración de políticas públicas”.

−Y de la población, ¿no? Como que hay un comportamiento de autodestrucción…

−Desde que se planeó la colonia Reforma, no se ha hecho nada igual con alguna otra área de la ciudad. Todo ha crecido de una forma desmedida, sin reglamentación, porque o es obsoleta o sencillamente no existe. Estamos desbordamos, pero hay soluciones, aunque no como la del distribuidor vial de Cinco Señores, esa fue una medida que hubiese correspondido con proyectos de los años cincuenta o sesenta. Vamos como el cangrejito.

−Ante esta problemática, ¿dónde están los arquitectos?

−Pues centenares de estudiantes y profesores se reúnen mucho en muchos foros –acota Juan Carlos Ilescas−. Asisten a conferencias de personalidades que promueven un mejor urbanismo, lo cual es positivo para alentar a la gente, pero después, poco a poco se va desvaneciendo el ánimo: lo vemos claramente en la Facultad de Arquitectura “5 de Mayo” de la UABJO.

−¿Es posible el equilibro entre construcción y arquitectura, intereses económicos y arquitectura vernácula, por ejemplo: o eso es puro sueño?

−Puede darse ese equilibrio, pero hace falta ir más allá. Determinar clara y precisamente qué es lo que detona el sobre crecimiento, la expansión desmedida. Resulta indispensable saber a qué responde la fractura−sostiene Bertha Rodríguez, ex directora de “Facdearq”.

La sociedad y el gobierno “no se han dado la oportunidad de reconocer que “ya no somos ese pañuelito que se decía era Oaxaca, que ya creció, que necesita nuevos modelos urbanísticos que permitan ir más allá, sobre todo porque la ciudad, inevitablemente, seguirá creciendo”.

 

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