EXPRESIONES.- La más valiosa cualidad política de José Murat es, sin duda, su perversidad para ejercerla.

Y aunque la mayor de las veces es grotesco en su muy particular forma de ponerla en práctica, dentro de la suciedad de la misma, es de esas aves que saben sacudirse el detrito a través de irrigar algunos beneficios que logra entre quienes le sirven rastreramente.

Murat sólo sabe hacer política al estilo Fouché, siempre con sagacidad y un pragmatismo vergonzante que sabe vender muy bien entre los de su especie.

De ahí la utilidad de José Murat, quien lo mismo puede hacer una obra pía que utilizar los renglones torcidos del sistema político como materia de negociación.

Por eso hoy se tiene el “sospechosismo” de que es el turco-ixtepecano quien financia y auspicia los movimientos de la Sección 22 tanto a nivel estatal como federal.

Su talento perverso da para eso y más.

Sin embargo, eso no quiere decir que es intocable o invencible, sobre todo cuando el presidencialismo priista ha vuelto por sus fueros y bajo nuevos rumbos y estilos en el quehacer político.

Bien dicen que para un cabrón, otro más cabrón, que bien sabe que los esquemas políticos de antaño ya están caducos y hoy son un estorbo, más que una solución.

Así pues, si José Murat tiene ese talento político que muchos le reconocen, tendrá que irse con tiento, con pies de plomo, porque sus argucias políticas pueden descarrilarse feamente ante los nuevos tiempos priistas.

Eso de que la PGR lo está investigando puede ser un aviso a tiempo o una señal política bastante clara, que sólo un ciego o ensoberbecido no podría ver.

Ahora son otros tiempos, por lo que “acomodarse o morir”, podría ser la moraleja para este asunto.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, miércoles 26 de marzo de 2014

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