OAXACA, OAX., abril 9.- Las curvas en las faldas del Cerro del Fortín fueron escenario este miércoles del enésimo accidente automovilístico, nuevamente por la falta de respeto a los señalamientos de velocidad, la ausencia de pericia y el consumo de alcohol.

Esta vez le tocó a Adolfo Fernández Ruiz, de 23 años de edad, quien viajaba acompañado de dos de sus amigos, dar volteretas en la curva conocida como “El Ojito de Agua”, a bordo de su vehículo Wolkswagen Jetta color blanco, con placas de circulación RMR-49-48 del Estado de Oaxaca.

Todo ocurrió aproximadamente a las 18:30 horas de este miércoles, cuando Fernández Ruiz y sus amigos se dirigían a su domicilio en la calle de Morelos número 9 de la población de Soledad Vista Hermosa, en San Agustín Etla, después de haber salido del centro de la Ciudad de Oaxaca, donde fueron a comer en un restaurante.

Al circular en su Jetta sobre la carretera federal que pasa por el Cerro del Fortín, el exceso de velocidad y la falta de precaución se combinó con la gravilla suelta en el pavimento, lo que originó que perdiera el control del vehículo y cayera a la cuneta pegada al paredón para volcar y dar varias vueltas, como en las películas.

Después de cinco volteretas con los tripulantes a bordo, el automóvil quedó recostado sobre la carretera, del lado del copiloto. Adolfo, el chofer, sufrió lesiones de consideración, en tanto que sus dos amigos resultaron ilesos, bajaron sin mayores problemas y pidieron por teléfono celular el auxilio de la ambulancia.

Paramédicos de la benemérita Cruz Roja y de rescate urbano llegaron al lugar para brindar los primeros auxilios al joven lesionado, quien fue trasladado a la sala de urgencias del Hospital Civil “Doctor Aurelio Valdivieso”, donde quedó internado.

Elementos de la Policía Vial también tomaron conocimiento del percance y ordenaran el arrastre del vehículo accidentado al encierro de la corporación, donde quedó “asegurado”.

De acuerdo con la Policía Vial, en la carretera federal que cruza el Cerro del Fortín la velocidad máxima permitida es de 40 kilómetros por hora, pero la mayoría de los automovilistas hace caso omiso de estos señalamientos.

Así, de acuerdo con los peritos, el 60 por ciento de los accidentes se deben al exceso de velocidad y la falta de precaución, el 30 por ciento debido a que conducen en estado de ebriedad, y sólo el 10 por ciento es causado por las malas condiciones de la carretera, como la gravilla suelta.

El caso es que en el lugar conocido como “El Ojito de Agua” han muerto centenares de personas, tras accidentarse en sus vehículos.