OAXACA, OAX., julio 15.- Orgullosamente oaxaqueño afromestizo, dedicado al campo y a su música, Crisógono Prudente Rodríguez, mejor conocido como Chogo “El Bandeño”, combina su voz con las cuerdas, los bongos y la quijada de burro en un himno a su tierra, la región de la Costa, cuya raíz afrodescendiente buscará enaltecer el 22 de julio próximo desde la Alameda de León para Oaxaca, México y el mundo.

Con casi cinco décadas de vida, Chogo “El Bandeño” tiene a flor de piel los recuerdos de discriminación por sus rasgos afromestizos, pero también el talento musical que lo ha llevado a diversos foros del Estado por su frescura y originalidad.

No es casualidad que su fama comience a trascender su natal Santiago Llano Grande para conquistar foros en la capital oaxaqueña y el Estado de México, donde a partir de este mes de julio comenzará una serie de presentaciones a fin de atraer oídos a su música y miradas hacia los pueblos afromestizos de Oaxaca.

Será así que el próximo 22 de julio, a las 12:00 horas, “El Bandeño” llegue a la Alameda de León de la Ciudad de Oaxaca para unirse al vasto programa que con motivo de las actividades alternas a la Guelaguetza ha preparado la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta).

Tras esta presentación como parte de los conciertos denominados “Bajo el Laurel”, que promueve la Secretaría, Chogo Prudente continuará con una serie de conciertos en el Centro de Tlalpan, en el Estado de México, donde se presentará los días 15 y 16 de agosto a las 12:00 horas, a fin de llevar las notas musicales de la Costa chica oaxaqueña al centro del país.

En su sangre trae el amor por la música de la Costa chica de Oaxaca

Huérfano desde los tres años, Chogo cuenta en entrevista que fue de su padre de quien heredó la vena artística, ya que en vida fue un connotado músico de la zona.

Inspirado en él, desde muy joven Chogo comenzó a cantar por los caminos y veredas de Llano Grande, en la Costa de Oaxaca.

Recuerda que cuando estudiaba la Prepatatoria comenzó a tocar la guitarra y poco a poco combinó su voz con el sonido de los bongos y la quijada de burro en una comunión que lo ha llevado a componer y a ser el intérprete de más de 80 canciones, entre boleros, corridos y la tradicional chilena.

Además del amor y desamor, en sus composiciones el cantautor aborda las costumbres de su comunidad con la clara intención de mostrar la existencia del Oaxaca negro, de la llamada “tercera raíz” que considera tan olvidada y hacia la cual quiere llamar las miradas del mundo.

Aunque lamenta no poder vivir aún de su música, Chogo se muestra orgulloso de poder llevar entre sus notas el orgullo de su origen y la reivindicación de la aportación de la raíz afrodescendiente.