HUAJUAPAN DE León, Oaxaca, agosto 13.- En 1968, como si se dejara ver el alba en el horizonte de las polvorientas calles de la gran Ñudee, se miró surcar a uno de los primeros ruleteros que ofrecía sus servicios de traslado a domicilio o hacia algún lugar distanciado al que había que llegar. Fue don Antonio Acevedo la primera persona que se le ocurrió ofrecer los servicios de taxi en Huajuapan de León.
Así recuerda doña Magdalena Martínez Cervantes cuando “en el Huajuapan de aquellos años nadie se imaginaba lo que ahora son los servicios de taxi; fue en 1968 cuando don Antonio Acevedo, vecino del Barrio de Guadalupe, quien una mañana recorría las calles aun no pavimentadas de Huajuapan, ofreciendo los servicios de llevar a domicilio o a algún otro lugar donde había que llegar. Hoy la noble y sana intención de don Antonio Acevedo ha sido rebasado”.
“Los huajuapenses cuándo pues íbamos a necesitar un coche para trasladarnos, muchos así lo pensábamos; sin embargo, ya para 1969 seis coches brindaban servicios de taxi, encabezados por don Antonio Acevedo, don Félix Peral, a uno que le decían el Mister’; Julio, un señor de la Junta; Humberto Martínez Cervantes, ‘El Capri’, fueron los pioneros del taxismo en Huajuapan de León”, refiere.
Años más tarde, el hijo del señor Acevedo tomó el volante de la primera unidad que manejara don Antonio. Su parada era sobre la primera calle de Francisco I. Madero, entre el Parque Independencia y el atrio de la Catedral; primeramente había ahí una refresquería, “La Aurora”, y enseguida el “Club de Jóvenes Porfirianos” liderada por don Juan Rojas; como tercero estaba la parada donde hacían sitio los primeros taxis de Huajuapan, con la denominación de “Sitio Moctezuma”, resalta Martínez Cervantes.
Hasta que llegó Enrique Camarillo procedente de su natal Chila de Flores, Puebla; primero puso el negocia de tortillerías y lo andaba ofreciendo en el Mercado ‘Porfirio Díaz’, como en ese entonces apenas comenzaban las máquinas de tortillerías; luego nos dimos cuenta que este señor Camarillo se metió en lo del taxi, una empresa noble y digna que emprendiera don Antonio Acevedo en 1968, y poco a poco Camarillo Gatica se hizo de los taxis y de los servicios de transporte de alquiler en Huajuapan de León, precisa.
Doña Magdalena Martínez Cervantes refiere que “sucesivamente se iban incrementando las unidades que como fuente de empleo fue muy bueno e importante en Huajuapan; luego surgió una flota nueva del sitio Colón, aunque era competencia, pero los servicios eran muy buenos, de trato amable al público usuario; se apreciaba la cordialidad que había entre ellos. Pero ya con el surgimiento de los de la CTM, liderado por Germán Ramírez López, en ese entonces hermano del gobernador Heladio Ramírez López, la situación comenzó a teñirse de manera paulatina. Más sin embargo, todavía era controlable la situación; podía uno entenderse con los ahora llamados dirigentes del transporte”.
En los primeros años los pioneros del taxismo “eran nobles, respetuosos y cordiales, debido a que todos éramos conocidos todavía, sabíamos de las familias de los barrios y colonias que eran ruleteros; si algo olvidaba el pasajero, inmediatamente se regresaban al lugar de parada; los mismos taxistas regresaban las cosas a los domicilios, porque éramos conocidos, pero además había respeto y honestidad probada de las familias de Huajuapan de León; en nuestros días, contaditos son los que se conocen y de su honestidad”.
Como un homenaje a los pioneros del taxismo en Huajuapan, dado que este 12 de agosto se festejó el “Día del Taxista Oaxaqueño’, vale la pena volver a las raíces de los trabajadores del volante: la honestidad, cortesía y amabilidad que se requiere en nuestros días, que el chofer sea atento con el pasaje todos los días y con ello estarán rindiendo el mejor homenaje a los primeros hombres del volante.
A don Antonio Acevedo y a quienes sin ser gremio u organización alguna, demostraron compañerismo en el trabajo, porque de ellos nació la fuente de empleo de ser taxista para familias de Huajuapan de León, concluyó doña Magdalena Martínez Cervantes.
