+ El ahora Arzobispo encargado de la Diócesis dice que las marchas y plantones dañan y perjudican vidas, y si en verdad creen en Dios ese no es el camino

OAXACA, OAX., marzo 4.- A la iglesia le interesa todo lo que tenga que ver con la vida humana, siempre estará en contra de lo que dañe la vida, a la familia y compromisos de amor y de vida, respondió el Arzobispo emérito, referente a la situación de inseguridad, violencia y delincuencia, que afectan y proliferan en Oaxaca.

En diálogo con representantes de medios de comunicación, se preguntó al prelado, José Luis Chávez Botello, si preocupaba a la iglesia la situación del Estado, ante la inseguridad, criminalidad, delincuencia, violencia y del porque se está llegando a estas situaciones.

La respuesta fue en el sentido de haberse descuidado las raíces de humanismo y raíces de la vida auténtica, lo que no sucedía con  los abuelos.

Señaló que siempre ha habido males, asesinatos, pero no en la cantidad como actualmente sucede y con agresividad. Dijo     que a eso llega el mal, a eso llega el veneno, a eso llevan las adicciones, a hacer el mal.

Habló y mencionó de triste haber escuchado hace unos días que en Estados Unidos, un jovencito mató a sus papás; referente a la autoridad de cualquier nivel, toca hacer lo que pueda, no creamos que sea rápido y capaces, mencionó.

Tenemos que volver a las raíces—no hay vuelta de hoja—dijo referente al problema.

Como ha sido tradicional,  Chávez Botello ofició la misa del medio día en La Catedral, para posteriormente dialogar con comunicadores, señalando que 2018 será el tercer año donde con jóvenes universitarios, celebraremos—dijo—en el Templo de la Sangre de Cristo, la Samaritana.

Habló de haber hecho esfuerzos para rescatar de las calendas religiosas y disminuir gradualmente el alcoholismo, que era costumbre, subrayando que ninguna cultura sana lleva a los vicios.

También se rescató la procesión del Silencio, el viacrucis de otra forma en las comunidades, donde es una mina muy rica la cultura y costumbres religiosas de Oaxaca; se espera que todo esto lleve al corazón de la fe que es Semana Santa y para celebrar el domingo que es el día del Señor.

Hizo un llamado a católicos bautizados que caen en la tentación de realizar acciones—marchas, protestas, plantones—que dañan y perjudican vidas, que si deveras creen en Dios, ese no es el camino, va en contra no solo de la fe, en contra de Dios mismo.

Afirmó que esa no es la vida cristiana, indicando que Dios nunca estará de acuerdo con estas acciones que deterioran, tampoco en lo que dañe el  bien  común. Señaló de triste que algunos pasen toda la vida en pobreza y con carencias, porque luchan por ser honestos.

Habló que muchos son los niños y jóvenes que huyen de los hogares por la violencia intrafamiliar, no hay que condenarlos, a lo mejor hay que cambiar cimientos.

Cuando todo va bien no se necesitan leyes humanas, ojalá que ni las cárceles; comentó haber visitado una comunidad y observó la manera de como fueron doblegando el alcoholismo y las adicciones, además fueron juntando para levantar su capilla.

Se trató de una comunidad pequeña, donde los habitantes—si acaso 150—vivían bien unidos, lo que los llevó a construir una capilla, fruto de la tenacidad y unidad.

Desde los 11 años toca a los niños—unos 15 o 20—servir a la comunidad; son campaneros; al llegar a la adolescencia son fiscales, son pocos para los servicios, pero entregados, dijo el Arzobispo.

Referente a Oaxaca, indicó que hay mucho que aprender de las fiestas, valores y costumbres indígenas, hay que volver a las raíces en Oaxaca, donde existen lugares de convocación, ahí se respira y se aprende otra manera de vivir.

En otra comunidad, a madres solteras se les pide servicio, están obligadas a servir, saben afrontar problemas de manera constructiva, son personas que no tienen  oportunidades que otros tienen, subrayó Chávez Botello.