+ Invita el párroco del Sagrario Metropolitano a buscar de buena fe la solidaridad y a compartir con quienes más lo necesitan

OAXACA, OAX., noviembre 11.- Vanidad, hipocrecía y codicia, son 3 cosas que el Señor nos enseña con el ejemplo de una viuda que se despojó de todo y se quedó sin nada, para enseñarnos y mostrarnos que en el reino de Dios, se vive de diferente manera.

Fue el sacerdote Alejandro Rodríguez González, párroco del Sagrario Metropolitano y quien está al frente del templo de Catedral, quien ofició la misa tradicional del domingo a las 12 horas y en su homilía, habló de lo que nos dice el Señor en el evangelio de Marcos.

Habló de una confrontación directa de los escribas y líderes religiosos de la época y con  los que tienen la encomienda de enseñar y transmitir lo que Dios le dice a su pueblo, señalando que como siempre, los seres humanos somos falibles y nos equivocamos.

Dijo que los escribas fueron perdiendo a través del tiempo el rumbo y sentido de su misión, por eso la dura crítica de Jesús contra éstos líderes religiosos que viven la ostentación y se  aprovechan de la vulnerabilidad de las viudas para quitarles lo poco que tienen.   .

Señaló que debemos cuidarnos de la vanidad de acuerdo con enseñanzas de Jesús que también  ataca la hipocrecía, mostrada por muchos que se la pasan haciendo largos rezos y largas oraciones, para después aprovecharse de las viudas y quitarles lo que tienen.

Citó el caso de un templo donde habían 13 alcancías en forma de trompeta que tenían por dentro una especie de cepillos que hacían que las monedas grandes hicieran ruido y vieran quien las estaba dejando caer.

En ese ambiente llegó una mujer con 2 moneditas de poco valor que dejó caer en una alcancía y no hicieron ruido,  al ver esto, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: entre nosotros no debe haber ni vanidad, ni hipocresía, ni avaricia.

Esta mujer ha echado todo lo que tenía para vivir, Dios no mira la cantidad, sino el valor de lo que se da, ni se fija en lo que das, como en lo que te quedas para ti.

Dijo que Dios nos invita a buscar de nuestra fe, la solidaridad y el compartir con el que mas lo necesita

El sacerdote Alejandro, expuso el caso sucedido en una ciudad de Italia, donde una madre embarazada tenía cáncer y se negó a recibir quinoterapias, quería defender la vida de su bebé

La mujer dio a luz, a pocos días el niño murió, la muerte tuvo que pagar el precio de la propia vida, dio todo lo que tenía para vivir y enseñarnos que el amor puede crear condiciones de vida, distintas, diferentes.

Indicó que la codicia en  el corazón del hombre, lo aleja del hermano necesitado luchemos—dijo—contra la vanidad e hipocrecía que en el mundo se van pegando como lastre.

Llamó a construir algo muy distinto, diferente, con lo que Dios nos ha enseñado.