+ Lamenta el Jefe de la Iglesia católica en Oaxaca que sólo unos cuantos provoquen dolor y sufrimiento

OAXACA, OAX., marzo 7.- Conmovido y dolido por la situación que vivimos en Oaxaca, el Arzobispo Pedro Vásquez Villalobos, confesó ante los fieles presentes en la misa nocturna del Miércoles de Ceniza, en Catedral, no tener palabras para convencer a quienes enfrentan conflictos para rencontrar la paz que hace tiempo perdimos.

Afirmó que le duele profundamente ver a pueblos pobres y necesitados con esas luchas de reclamos, de pleitos, de muertes; manifestó que como es posible que estas gentes sufran tanto ante la acción de unos cuantos que participan en acciones y provocan dolor, sufrimiento y muerte.

VIOLENCIA

Expresó a la vez que nuestro país está lleno de violencia, Oaxaca tiene violencia, en los hogares en ocasiones hay violencia, también la hay entre vecinos, sucediendo lo mismo en las colonias, donde en algunas, advierten de peligroso entrar.

Dijo que los que viven en esos lugares sufren y aquí vino la interrogante de cómo tocar el corazón de las personas para que haya un cambio de actitud en bien de los pueblos. Señaló pedir a Dios que toque esos corazones, porque sabe hacerlo.

CORTADO EL CAMINO 

Comentó haber regresado ayer miércoles de una comunidad en conflicto—no mencionó el nombre—donde tuvo que caminar a pié, porque está cortado el camino, afirmando el Arzobispo que se cansó al tener que subir y bajar un  cerro.

Señaló que le causó dolor llegar a esos pueblos y ver a gente buena, humilde, cariñosa, respetuosa, alegres y felices, pero decirle “ayúdenos, dígales que nos dejen pasar”; expresó, que triste es eso.

Sostuvo que solitos, esos pueblos pueden arreglar las cosas, pensando en la paz y el bien, manifestó que ojalá  en esta Cuaresma se pueda encontrar la paz con  nosotros mismos y con Dios.

Don Pedro Vásquez, pidió la ayuda de los asistentes a la misa de las 19 horas en la Catedral metropolitana, para con su oración y su palabra, sembrar en el corazón de los demás la fraternidad. Mencionó que necesitamos ser fraternos.

Sobre la Cuaresma, dijo que la debemos vivir como hijos de Dios y como miembros de nuestra iglesia católica, con espíritu de recogimiento y de volver nuestro rostro a Dios.

Que Dios derrame abundantes bendiciones y gracias en nosotros y en todo nuestro pueblo, y nos haga tomar conciencia de que tenemos que renovar nuestra vida, reconciliarnos con Dios y reconciliarnos entre hermanos.

Habló que aún hay tiempo de volver nuestra mirada a Dios, tiempo de corregirnos, de enderezar nuestros pasos, vencer nuestras inclinaciones malas, nuestros vicios, liberarnos de nuestros pecados y acercarnos a Dios.

Señaló de necesario hacer penitencia, porque el mismo Dios dijo que hay unos demonios que solo se pueden vencer con oración y ayuno, con oración y penitencia.

Llamó el jerarca de la iglesia católica en Oaxaca, a hacer obras de misericordia, a compartir el pan y el alimento con nuestros hermanos.

El Arzobispo, bendijo la ceniza que colocó al final de la misa en la cabeza de los fieles católicos.