Para Salvador Estrada Castro, maestro fundador del Centro Universitario de Periodismo y Arte en Radio y Televisión (PART) –que tiene un portal en Internet–, “el periodismo objetivo no existe, es subjetivo”, y las nuevas tecnologías han posicionado a la televisión y el Internet, a través de Twitter y Facebook, como los medios de comunicación masiva “más fuertes” actualmente.
No obstante, ante periodistas oaxaqueños aseveró que el caso Paulette, del Estado de México, los reporteros de antes lo hubieran resuelto pronto, sin esperar el hallazgo del cadáver hasta diez días después de la desaparición de la menor de edad.
Asimismo, criticó que algunos trabajadores de los medios de comunicación reporteen y envíen información por Internet sin acudir a las redacciones como antaño, que haya limitación de espacios para notas en los diarios escritos, y que la mayoría de los mexicanos carezca del hábito de la lectura.
“Ahora todo es rápido y piden notas breves”, lamentó.
El también ex jefe de Información en el Diario de México y actual colaborador del mismo con su columna “Folclor Urbano”, refirió que antes las cámaras de televisión eran grandes y a los camarógrafos se les llamaba “ingenieros Pípila”, por el peso que debían soportar, y ahora hay celulares con cámara y video.
En las oficinas de prensa era común el ruido que producían las máquinas de escribir o la imprenta. “El calor de las redacciones se perdió por las tecnologías. La tecnología nos ha acercado, pero nos ha deshumanizado. Ya no hay capacidad de asombro entre los jóvenes.
“Para ellos es normal ver un celular. Éste me lo regaló un alumno porque me dijo que el que yo traía parecía un ladrillo y ya estaba pasado de moda, pero ni siquiera lo sé usar”, compartió mientras mostraba su teléfono con las nuevas herramientas tecnológicas.
No obstante, criticó que, pese a los adelantos tecnológicos, actualmente “el vocabulario de los jóvenes se reduce a cinco palabras: “¡Qué onda wey!”, “¡No mames!”, “¡Ni pedo!”, etcétera. “Los chavos no leen. Si les dejan una tarea la bajan de Internet”, comentó.
Y ante esta vorágine científica, pidió a los reporteros, entre ellos Juan Manuel Muñoz Vignón, corresponsal de Televisa; el columnista Armando Pérez Montaño; y Ángel Soriano, presidente del Club de Periodistas de Antequera, “ser Quijotes nuevamente para luchar contra molinos de viento; ser románticos, no egoístas”.
