EXPRESIONES.- Hacer un pronóstico certero sobre las acciones magisteriales, siempre es inconsistente ante la caprichosa manera de cómo la Sección 22 del SNTE maneja sus principios rectores.
Ayer tuvieron su asamblea que “decidirá si las respuestas de los gobiernos estatal y federal son suficientes” y si hacen un receso “táctico” en sus movilizaciones.
O sea, los maestros con su táctica de movilización-negociación-movilización se dan oxígeno para recuperar fuerzas.
Pero con un adendum de más en sus bolsillos, los líderes de la Sección 22 nuevamente demuestran su fuerza y exprimen más al Gobierno y, de paso, sacian su capricho de obligar a éste a no dar a conocer los acuerdos como “respuestas históricas”, porque afecta “su imagen” reivindicadora.
Los maestros lograron, no 1 mil 500 millones de pesos, sino 1 mil 616.40 mdp. El adendum fue de 116.40 mdp.
Al respecto, el gobierno de Gabino Cué pone de manifiesto y publica que es un gobierno “que escucha y es sensible a las demandas de la ciudadanía”.
De esa forma tan condescendiente para el Magisterio oaxaqueño, se dirime un chantaje manido por más de 30 años.
Todo, a costa de un Estado empobrecido por una industria del chantaje y la presión política que encabeza la Sección 22 del SNTE.
Maldición que pesa sobre millones de alumnos que estadísticamente son 1 millón 400 mil en Oaxaca, pero que si sumamos los años que llevamos de recurrente conflicto, suman la friolera de aproximadamente 4 millones de educandos los afectados, más de tres generaciones que caminan en el terreno profesional con unas bases educativas endebles y poco propicias para ser dínamo del desarrollo de una entidad literalmente ahogada en la marginación y el rezago.
Generaciones que ahora se revuelven como “ninis”, sin presente y menos con un futuro digno para ellos.
Eso es lo que quieren paliar los maestros de la Sección 22 al exigir al Gobierno del Estado no descubrir los acuerdos logrados con base en el chantaje, que jamás ha sido recíproco, menos responsable y, peor, nada beneficioso para la educación.
Por eso ahora pretenden dar un respiro a la ciudadanía, porque los gobiernos estatal y federal nuevamente les dan por su lado para salvar la gobernabilidad, no sólo en el estado, sino en la capital del país, que también sufre los embates magisteriales.
Se van los maestros, pero ténganlo por seguro que regresarán y quizá más beligerantes que nunca, porque el próximo año es electoral por excelencia.
Y a quien le toque tendrá que enfrentar o negociar con un cáncer, no sólo para Oaxaca, sino para un país en donde hasta de la pobreza y marginación se aprovechan……
Oaxaca de Juárez, Oax., martes 31 de mayo/2011.
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