SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, octubre 5.- El diputado Flavio Sosa Villavicencio, del PT, demandó este miércoles la destitución del comisionado de la Policía Estatal, de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Roberto César Alfaro Cruz, por su participación en los crímenes cometidos por el Gobierno estatal durante la represión al movimiento social de 2006.

Durante la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Marco Tulio López Escamilla, ante integrantes de las comisiones de Derechos Humanos y de Transporte del Congreso Local, Sosa Villavicencio expuso que las acciones de Alfaro Cruz, entonces agente del Ministerio Público, lastimaron al pueblo de Oaxaca.

En referencia a la definición que proporcionó el Secretario del concepto represión, que implicaría la persecución de las ideas y de los enemigos políticos, Flavio Sosa señaló que justo en ese sentido fueron las acciones del actual comisionado, al participar en procesos irregulares instruidos por consigna del gobierno de Ulises Ruiz Ortiz.

En respuesta, el Secretario de Seguridad Pública dijo que Alfaro Cruz ha dado muestras de profesionalismo y que “tiene totalmente mi apoyo”.

Durante la comparecencia, realizada en el palacio legislativo de San Raymundo Jalpan, el diputado Sosa manifestó también que la SSP carece de acciones para la prevención del delito, para promover el respeto a la legalidad y a los derechos humanos, y pidió a López Escamilla trabajar para evitar que aumente la violencia.

En ese sentido, propuso al Secretario elaborar programas que tomen en cuenta las experiencias comunitarias en los municipios, que hasta ahora han detenido en gran medida la intensificación de la violencia.

Flavio Sosa también demandó al secretario aumentar los salarios de los policías de tropa, dado que arriesgan su vida en cada acción u operativo en el que participan.

Finalmente, pidió atender de manera especial el caso de los policías que ingresaron a la corporación como músicos, ya que actualmente se les obliga a actuar también como agentes, lo que les implica una doble jornada y les pone en franca desigualdad con el resto de sus compañeros.