SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, agosto 3.- El Congreso del Estado, a través del Centro de Documentación “Ricardo Flores Magón”, clausuró este viernes las actividades del curso de verano “Historia Interminable”, en el que participaron de 48 niños de entre cuatro y trece años de edad, hijos de los trabajadores del Poder Legislativo.
Los directores del Centro de Información e Investigación Legislativa, (CIILCEO), y de Recursos Humanos, José Ángel Díaz Navarro y Julio César Martínez Rodríguez, respectivamente, en nombre del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, diputado Juan Mendoza Reyes, del PAN, realizaron la ceremonia de clausura, en presencia de los padres de las niñas y niños.
En el acto estuvieron los delegados sindicales de la Cámara de Diputados, Carmen Juárez Martínez y Ulises Zárate Hernández, quienes agradecieron las facilidades otorgadas por el Congreso del Estado para la realización de las actividades dirigidas a los hijos de los trabajadores del Poder Legislativo.
En la sala audiovisual, donde se llevó a cabo el acto, los pequeños expusieron los trabajos realizados durante las tres semanas que duró el curso, escenificaron bailables e hicieron demostraciones de lo que aprendieron.
Uno de los objetivos primordiales del curso, que se realiza por quinto año consecutivo, fue que las y los niños desarrollaran su creatividad y aprendieran a interactuar con otros infantes de su misma edad, ya que cada actividad estuvo pensada para que manifestaran sus inquietudes y dudas sobre lo que gira en su entorno.
“Historia interminable”, de Michael Ende, estuvo dirigido a niños de nivel básico, hijos del personal de base y de confianza del Congreso del Estado, quienes por medio de historias reconocidas a nivel local, nacional e internacional y diversas actividades no sólo aprendieron y valoraron el arte de la lectura, sino que se les motivó a utilizar la escritura como un medio importante de expresión.
Como parte de las actividades del curso, los menores también visitaron el museo de San Pablo Etla, la Casa de la Ciudad, y la Casa de la Tierra.
