EXPRESIONES.- Es de llamar la atención el hecho de que nuestro gobernador, Gabino Cué Monteagudo, expresara que al encuentro entre los gobernadores del PAN con el presidente electo, Enrique Peña Nieto, “no fue convidado”…. ¿Pues qué esperaba?
Una indefinición política a estas alturas del partido colocaría a Gabino Cué en una especie de limbo que haría pensar que en un momento dado hasta como priista podría reaparecer, dadas las circunstancias.
Sin embargo, lo que parezca o no, debiera no ser trascendente, pero en una entidad “pintada de amarillo-izquierda”, difícilmente las tribus perdonarían la omisión a Cué Monteagudo.
No hay que perder de vista que Oaxaca es la tercera entidad del país con más organizaciones de la llamada sociedad civil, según datos de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesoh) con 1 mil 64 representaciones y que sólo en la capital del Estado operan 330 organizaciones, lo que equivale a un 31 por ciento del total.
Y que dentro de toda esa pléyade de inconformidades, chantaje y presión política resaltan la Sección 22 de la CNTE, Antorcha Campesina y el nuevo brazo belicoso de la izquierda, los “Yosoy132”.
Ante tal perspectiva, una indefinición política nos mantendría en un caos permanente y en una postura de negociación perenne para poder mantener la gobernabilidad y poder generar beneficios a los oaxaqueños.
No es lo mismo negociar sólo con el PRI-Gobierno federal, que incluir además a los generadores del cambio.
Si Oaxaca ahora es posición de la izquierda, se debe convencer de que la opción no será fallida; de lo contrario, quienes votaron por el cambio se darán cuenta de que todo es un manipuleo político por acceder al poder por el poder mismo.
Oaxaca de Juárez, Oax., martes 18 de septiembre/2012
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