OAXACA, OAX., noviembre 13.- El inverosímil porcentaje de lectura de libros en Argentina y el futbol como “fenómeno cultural” son dos temas que incumben al escritor argentino Martín Caparrós, pero parece que la interrogante con la que se le aborda al principio de esta entrevista resulta la equivocada para quien es crítico de los reporteros que no saben ni qué preguntar.

—Se pensaría que Argentina y México son países hermanos, pero luego uno duda con las resultados de las encuestas de lectura oficiales: aquélla, dicen,sube su índice y éste lo baja…

—Permíteme aclararte, antes de que sigas sacando conclusiones, que una de las cosas más curiosas que pasa en Argentina desde hace seis años, es que los datos son completamente increíbles, inverosímiles.

En Argentina, “han decidido inventar una ficción numérica en la que te dan cifras que no tienen nada que ver con la realidad. Todos sabemos que la inflación es de 25 por ciento anual, de hecho los sueldos se negocian a partir de esa base; sin embargo, el gobierno sigue diciendo que es de alrededor del 8 o 9 por ciento”.

También, “el gobierno registra que en Argentina hay 4 por ciento de gente bajo la línea de pobreza, cuando se sabe que es de entre 18 y 22 puntos porcentuales”.

Las cifras del agregado cultural de la embajada de Argentina en México, quien además señaló que “la lectura había aumentado precisamente en el periodo del gobierno actual, son tan inverosímiles como las de la inflación, la pobreza y todas las demás. No hay que creerle”.

—O sea que sí somos países hermanos.

—Jajaja. Es lógico que leamos menos en la medida que hay muchas otras formas de transmisión de discursos que compiten con la lectura.

“El tiempo que uno tiene para el ocio y las actividades culturales ahora se tiene que compartir con la posibilidad de meterte a Internet y empezar a encontrar, muchas veces, cosas muy fascinantes; además, desde luego, de las estupideces y los jueguitos, o ver películas que antes no podías o llegar a una cantidad de estímulos culturales tales que, creo, resulta como conservador pensar que el libro tiene que ser la manera en que se transmita la cultura.

“Hay muchas otras formas. Lo interesante es ver, en cada campo. qué se puede hacer para que los contenidos sean atractivos, interesantes, revulsivos, y no aferrarte al libro como si fuera la única forma posible”.

El escritor argentino Martín Caparrós, quien estuvo presente en la 33 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) para presentar su novela “Comí”, es amante del futbol como juego.

Piensa que es un “fenómeno cultural” que vale la pena ser estudiado, pensado. Entrevistado después que la selección sub 17 de Argentina perdió con su similar de México 3 a 0, sin embargo, hace de cuenta, como buen aficionado, que no existió tal partido.

—Como buen cronista, ¿qué opina del encuentro de esta mañana?

—No ha habido ninún partido hoy en la mañana.

—¿No lo vio?

—No tengo ninguna información.

—Pero te gusta el futbol, ¿no? Igual que a Eduardo Galeano. Digamos que hay una serie de escritores que les gusta y otros que lo aborrecen. Eres de lo que te gusta el juego en sí.

—Hasta hace 30 años, la postura más común respecto del futbol era la del aborrecimiento, sobre todo de escritores e intelectuales más o menos de izquierda, que le reprochaban que distraía a la gente de sus tareas revolucionarias y hablaban de que era el opio del pueblo y ese tipo de cosas.

“Como ahora no están tan claras esas tareas revolucionarias y no hay un proyecto político tan preciso, como sí lo había en los noventa, ya no sucede eso. Por lo menos hemos entendido que si no conseguimos cambiar nuestras sociedades, no es culpa del futbol, sino que no sabemos cómo hacerlo”.

Incluso, sucedió que a mucha gente de la cultura que “le gustaba el futbol pero le daba como vergüenza decirlo, porque existía aquel estigma, ahora lo reconoce”.

El futbol es un “fenómeno cultural súper interesante, así como también una porquería comercial que pone en juego los peores instintos nacionalistas y localistas: tiene infinidad de aspectos que uno le podría reprochar”.

Pero también es “cierto que una actividad que en 120 años consiguió que miles de millones de personas la siguieran, vale la pena ser estudiada, pensada”.

—Y ser materia de la literatura.

—Más que de la literatura, diría que del ensayo, del intento de comprensión. No he leído mucha narración con temas futboleros, me parece que un partido de futbol ya es en sí una narración lo suficientemente potente como para que, en general, las narraciones que se refieran a él, funcionen bien.