CUILÁPAM DE GUERRERO, OAX., diciembre 28.— A sus 27 años, Jhonathan Chávez (Ciudad de México, 1986) ha caminado mundo. Siempre produciendo arte y conociendo vida.

Hoy se ha estacionado temporalmente en este poblado, pues es el primer artista residente de La Pepiniere, Casa Cultural Multidisciplinaria (Prolongación Francisco I. Madero 3), donde, además de compartir su experiencia y conocimiento artísticos, inauguró el espacio, este 28 de diciembre, con su exposición “Mi Llanura”.

Jhonathan Chávez es un artista peculiar. En el Defe inició como graffitero en el PEC crew en 1998, después formó ADN y en siete años realizó alrededor de 100 murales y pintas ilegales, al lado incluso de maestros de la vieja escuela, como Fix, Stone, Junior y Llama.

Ingresó a la Escuela Nacional de Artes Gráficas en 2004; después de un gran dilema moral abandonó el graffiti y le entró a la pintura de caballete, pero luego, a un semestre de culminar la carrera, dejó ésta. Aunque luego ingresaría al taller de dibujo con modelo de la Academia de San Carlos.

Expuso ya en más de 30 muestras colectivas; su primera individual, “Mi tercera búsqueda”, fue en la Casa Cultural Juchitán en 2007, cuando la dirigía todavía Macario Matus (qepd); la segunda, “En el fin del mundo”, la montó en Museo Casa Morelos en 2009; y la tercera en el Centro Cultural Arcadio Pagaza de Valle de Bravo, Estado de México.

En 2012, expuso “Forever 27” en la Galería de Arte Contemporáneo Niza 72, en el Defe.

Ha caminado mundo, decimos. “Nómada mochilero loco”, decidió zarpar del Defe y vino a Oaxaca como primer destino. Tierra en la que algún día conocería, y más aún, sería colega de parrandas, del recién fallecido Alejandro Santiago.

Estuvo también ya en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde conoció al sub Marcos; en Huautla de Jiménez, Sierra Mazateca, conviviendo con la curandera Julieta Casimiro, y en San José Pacífico.

Ha ido de extremo a extremo, a Guatemala y a Los Cabos, Baja California. Con escalas peligrosas, como su viaje al desierto de San Luis Potosí, donde se internó al Corazón de Venado.

Perteneció al colectivo de pintores Plástica de Ecatepec, produjo “El Saka”, Oficina de Arte y estuvo en el Taller 8A, de la colonia Guerrero.

En tiempo reciente, en Oaxaca, Isabel García, directora de la galería Azomalli, le brindó una casa para que produjera la obra de su exposición “Mi Llanura”, la misma que exhibió en aquel espacio y ahora, también, en La Pepiniere.