EXPRESIONES.- Bien dicen que este gobierno no ve, no siente, no carbura, no asimila, no resuelve, los problemas que pasan ante su vista.

Incluso, el mismo gobierno federal en voz del procurador General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, reitera cada vez que puede que México tiene un problema serio de inseguridad.

Y ni así nuestro gobernador Gabino Cué Monteagudo intenta por lo menos incorporar una política seria al respecto.

Sacó a un policía de carrera de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y dejó en manos de un protagónico político, Alberto Esteva Salinas, la responsabilidad de proporcionar seguridad a los oaxaqueños, quien con estrategias de “acercamiento a la sociedad” (orquesta danzonera, repartiendo atoles y sacando a pasear perros policías por el Centro Histórico) pretende inhibir la violencia y la delincuencia manifiesta en homicidios a mansalva en las calles, feminicidios, asaltos a comercios y en la vía pública, en camiones urbanos, en la Central de Abasto y qué decir de la impunidad con que se manifiestan los normalistas, quienes cometen ilícitos y luego les condonan sus fianzas para que sigan en lo mismo.

Las organizaciones sociales parece que las desata el calor y deambulan por nuestras calles estorbando, pintando fachadas, amenazando a transeúntes, como lo hace el FPR, la CTM o los triquis, pidiendo concesiones de mototaxis, justicia por sus muertos y hasta por el petróleo.

Ningún ciudadano se siente seguro en Oaxaca, siendo la capital del Estado la caja de resonancia de todos los males, pero en el Istmo, la Cuenca o la Mixteca sigue igualmente creciendo el delito y la inseguridad.

El problema es serio y debe ser atendido con urgencia, porque en Oaxaca no sólo permea la injusticia, la negligencia oficial, la extrema pobreza o la impunidad; también la corrupción y el cinismo aflora en un gobierno que en este momento actúa como aquel mono que no ve, no oye y no habla, para ocultar de esa forma su incapacidad para gobernar y crear alternativas que diluyan tanta anarquía e inseguridad en nuestra sociedad.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, viernes 11 de abril de 2014

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